Tres mujeres kurdas, una de ellas ligada a la fundación de la guerrilla del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), han sido halladas esta madrugada muertas por disparos en la cabeza en un local de la asociación Centro de Información del Kurdistán de París. Según una fuente policial citada por la emisora de radio France Info, el crimen habría sido "una ejecución planificada". El ministro del Interior francés, Manuel Valls, que ha visitado esta mañana el lugar de los hechos, ha confirmado que las mujeres fueron "ejecutadas". La investigación del crimen, que Valls ha calificado de "grave" e "inaceptable", correrá a cargo de la sección antiterrorista de la Fiscalía de París y de la Subdirección Antiterrorista de la Policía.
Una de las mujeres asesinadas es Fidan Dogan, de 32 años, presidenta del centro asociativo kurdo y representante en Francia del Congreso Nacional del Kurdistán. Las otras dos, llamadas Sakine Cansiz y Leyla Soylemez, estaban de paso en la ciudad y eran activistas políticas. Cansiz participó en la creación del PKK, partido prohibido en Turquía, y Soylemez era una joven militante, según informaron las autoridades kurdas en Francia.
El centro cultural donde se produjo el crimen se encuentra en el primer piso del número 147 de la calle Lafayette, en el distrito X de la ciudad. Una fuente policial citada por AFP ha afirmado que "la escena podría hacer pensar que se trata de una ejecución". Los cadáveres fueron descubiertos hacia la una de la madrugada por miembros de la comunidad kurda que trataban de localizar a las mujeres desde el principio de la tarde. Según la información ofrecida por la web Actukurde, que cita fuentes policiales, el crimen podría haberse cometido sobre las tres de la tarde del miércoles y sus autores habrían utilizado silenciadores.
El presidente de la Federación de Asociaciones Kurdas de Francia, Mehmet Ulker, ha explicado que, tras varias llamadas al centro sin respuesta, algunos miembros de la comunidad kurda se personaron en el local y tiraron la puerta abajo al descubrir algunos rastros de sangre. En el interior encontraron los cadáveres de las tres mujeres. Según la federación, dos de las víctimas murieron a causa de un disparo en la nuca y la tercera presentaba heridas de bala en la frente y el abdomen.
Activistas de la comunidad kurda de París se han concentrado esta mañana ante el lugar del crimen. Varios centenares de personas han protestado por el asesinato gritando "¡revancha!", "¡todos somos PKK!" y "¡Turquía asesina, Hollande cómplice!", y agitando banderas con la efigie del líder del PKK encarcelado en Turquía, Abdulá Öcalan.
Compuesta por entre 50 y 60 millones de personas, la diáspora kurda se encuentra repartida entre Turquía, Siria, Irán, Irak, Líbano y Armenia. Casi la mitad de sus miembros vive en Turquía, donde estas semanas el Gobierno ha abierto conversaciones con Ocalan, fundador del PKK, la guerrilla histórica en conflicto abierto con Ankara desde 1984, con el fin de conseguir primero una tregua y más tarde el desarme de la guerrilla a cambio de una reforma legislativa que ayude a integrar a la minoría kurda. En Francia viven alrededor de 150.000 kurdos, la gran mayoría de origen turco.
Preguntado por un posible móvil político, el ministro del Interior, Manuel Valls, se ha negado a especular. “Tres mujeres han sido asesinadas, sin duda ejecutadas”, ha dicho. “Estén seguros de la determinación de las autoridades francesas para aclarar este acto inaceptable”. Valls ha recordado que en el distrito X residen muchos kurdos exiliados, y ha subrayado que la presidenta del centro, Fidan Dogan, era muy conocida y querida en el barrio.
La comunidad kurda de Francia es a menudo objeto del interés de la justicia local, que ha investigado en el pasado la financiación del PKK a través del llamado impuesto revolucionario.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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