Las Despedidas son tristes pero la esperanza es grande.

New York, Por, Lissette García, Cuando se necesitaba esperanza, ahí estabas tú. Única autentica y verdadera, maravillosa y resplandeciente, como el sol mismo. Ya no hay otra como tú. A cualquier hora siempre dispuesta a socorrer a todo aquel que te necesitara, sin importar quien fuera. Amor, ese fue tu legado y hoy aunque con tristeza celebramos haber tenido la bendición de tu presencia. Cuya, así te llamaban todos tus seres queridos (Claudia Muñiz), la ultima rama del roble que sustento el suelo que pisaste, hija, madre, hermana, tía, abuela, bisabuela, tátara abuela, inmejorable, hoy aunque con mucho pesar, no porque hayas muerto, pues muerta no estás, duermes el sueño del descanso temporal, pues aferrándome a las promesas de nuestro padre celestial se que habremos de volver a encontrarnos, en el día del advenimiento, cuando con voz de trompeta sea anunciado el retorno de nuestro señor Jesucristo. De fiesta están en el cielo, tus padres y todos tus hermanos, pues llego la niña de los Muñiz Marte, fuiste tan leal, que hasta para partir de este mundo respetaste con la bendición de Dios, irte según correspondía, eras la más pequeña y como tal partiste, después que tus mayores partieron. Quiero expresar lo bendecida y afortunada que me siento al haber tenido el privilegio de ser parte de tu estirpe y la de mi abuela, pero a la vez la tristeza invade mi corazón y mi espíritu afligido y herido, sienten un enorme vacío, pues no podre darte el ultimo adiós en la tierra que orgullosamente te vio nacer, gracias tía querida, no solo de mi parte, mi Madre y hermanos, Yvelisse, Georgina”Yoyita”, Joel, Alexis, José Domingo y yo te deseamos un viaje placentero y te pedimos abrases a mis abuelos y les des el beso que tanto anhelo volver a darles. Hasta pronto tía, sabiendo que en cualquier momento podremos volver a reunirnos, pues la muerte no es como la han caracterizado, en realidad es nuestra gran amiga y la fiel aliada, que jamás te abandonara porque todos, tendremos que acompañarla sin temores, ni desconfianza pues es la naturaleza de todo ser viviente, Nacer, vivir con dignidad y morir con lealtad a la voluntad del padre. Descansa en paz y siempre abre de decir “Gracias, muchas gracias, por el honor de haber sido parte de este paso por un vida, vida que es en todos los casos prestada”, pero como como buena administradora supiste ejecutar el papel que se te encomendó realizar en este valle de lagrimas “Te amo”. Lissette Garcia RosasSinEspinas