
New York, Por, Lissette García,
Cuando parte un ser querido siempre queda una sensación de vacío, no tuve el honor de conocerte en persona, pero si seguí muy de cerca tu trayectoria, una por mi condición de periodista, como sabrán la controversia siempre se obstino en hacerle la vida imposible, pero ella siempre supo con valor sortear los momentos más difíciles y convertirlos en experiencias de superación personal, no fue nunca una mujer que se sentara a llorar su derrota, no, sacaba de lo más terrible la lección de aprendizaje más clara, defensora de grandes y chicos, de aquellos que no tienen nada.
Una “MUJER” como pocas que lamentablemente ha tenido que suceder esta desgracia para que el mundo entero sienta el amargo sabor de haber perdido una verdadera “JOYA PRESTADA”, pues como tal tuvo que volver a donde en realidad pertenecía a Dios mismo, una de las actitudes que mas consuelo me da es el hecho de saber, que aunque temperamental, siempre resaltaba y hacia muy obvio el profundo agradecimiento que sentía para con nuestro creador, de ahí que tengo la certeza y el mayor consuelo de saber que estas en buen lugar.

Celebro el amor tan inmenso de tu madre, que como tú lo fuiste, hoy sufriendo una perdida devastadora, se ha mostrado valientemente fuerte, lo que me indica y reconozco de quien sacaste la casta, tus hijos, hermanos, amigos y fans, lloran, pero cuando la herida vaya sanando solo quedara la cicatriz, que mostrara siempre tu imagen, no serás pasado, siempre serás futuro y un modelo que muchos querrán imitar y emular, lo digo por mí misma, que tengo la condenada costumbre de derrumbarme y llorar, pero tú me dejas la enseñanza de que hay que seguir y se llora después.

Quiero pedir a todos los medios que si en verdad te aman y te quieren, como hoy día gritan a los cuatro vientos, que respeten tu recuerdo y lo que más tú quisiste, tu familia, que dejen pasar ciertas primicias, porque aquí la única primicia es respetar tu recuerdo, tu legado, tu familia y a tu público, los sentimientos y la información tienen un límite, al menos para mí y considero que ya esta bueno de imágenes tétricas, Jenni fue un placer conocerte, así haya sido de lejos, pero mi corazón está bien cerca, pidiendo ahora si por tu familia, que son los que en realidad necesitan de nuestras plegarias para que puedan fortalecer sus espíritus y corazones afligidos, para ti, un fuerte abrazo atraves del viento y del espacio que separa lo visible de lo invisible.
Lissette García
RosasSinEspinas
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