Francisco José Garzón Amo, el maquinista imputado por 79 homicidios imprudentes y una pluraldiad de delitos de lesiones imprudentes, admitió ante el juez que circulaba a más del doble de la velocidad permitida (80 kilómetros por hora para el tramo donde ocurrió el siniestro).
A preguntas del titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, Luis Aláez, reconoció que se despistó y que no sabía ni en qué tramo de la vía se encontraba.
Una de las primeras diligencias ordenadas por el juez ha sido estudiar el tráfico de llamadas de su teléfono móvil por si ésta pudiera haber sido la causa de su falta de atención. El conductor, muy abatido, respondió al magistrado casi con monosílabos y admitió también que sí frenó, pero sólo en el último momento, cuando ya era imposible evitar el descarrilamiento del convoy.
El juez Aláez dejó anoche, poco antes de las diez, en libertad con cargos a Garzón Amo, el maquinista del Alvia que descarriló el miércoles en Santiago, tras tomarle declaración e imputarlo en la causa. El juez decretó la inhabilitación profesional del maquinista, le retiró el pasaporte y le impuso la obligación de comparecer semanalmente en sede judicial como medidas cautelares.
El conductor pasó ayer a las 18.20 horas a disposición judicial poco antes de que se cumplieran las 72 horas de su detención. La Policía le trasladó en un coche con los cristales traseros tintados, que fue escoltado por un furgón policial y un vehículo camuflado. La imagen captada por los fotógrafos era la de un hombre abatido, oculto tras unas gafas negras y esposado.
La Brigada de Policía Judicial de Santiago entregó al juez un atestado preliminar en el que se recogen como causas del accidente el exceso de velocidad y un posible despiste del conductor, según ha podido saber ABC. Estas diligencias están sustentadas, en parte, en la propia grabación de las llamadas que el maquinista realizó al centro 24 horas de Adif en las que admitió que conducía a 190 km/h en lugar de a 80 como marca ese tramo. En la primera medición que se realizó (provisional), en función de cómo se produjo el descarrilamiento, cómo quedó el convoy, etc... se concluyó que circulaba a 180, según las fuentes consultadas.
Datos preliminares
Pero además de esa conversación, Garzón tras bajarse de la cabina habló con el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez (que podría ser llamado a declarar), y con varios policías, entre ellos los que le trasladaron desde el lugar del siniestro al hospital. Les contó que iba a 190 km/hora.
En el atestado inicial de la Policía, no obstante, se dejan abiertos otros posibles factores a falta de los informes técnicos, aún pendientes, sobre el estado del tren y de la vía, así como el funcionamiento de las medidas de seguridad (se están revisando a fondo tanto el sistema ERTMS como el ASFA, implantado en el tramo del accidente). Estos informes no dependen de los investigadores, sino de expertos en cada una de las materias que se están analizando. Varios ingenieros están trabajando desde el jueves en estas periciales, así como en el restablecimiento de la vía y la catenaria.
En poder de las partes
Tanto Renfe como Adif entregaron a los investigadores unos primeros documentos, que también se incluyen en el atestado policial, en los que se afirma que el Alvia se revisó ese mismo día, tal y como explicó el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, a ABC sin ninguna incidencia.
Hay otro documento sobre el perfecto estado de la vía, las condiciones meteorológicas óptimas y el funcionamiento de los sistemas de seguridad en las horas previas, que tampoco registraron avería o incidencia. Renfe aportó también la «hoja de servicio» del maquinista, con amplia experiencia y los trayectos realizados (unos 60) en esa vía. Todos estos documentos son preliminares.
En este primer atestado, que fue entregado ayer a las partes al comienzo de la declaración, informa Ep, la Policía acusa a Francisco José Garzón de 79 homicidios imprudentes (ayer mismo falleció un herido en el Hospital Clínico, que también ha sido incluido en las diligencias). El juez Luis Aláez, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, decidió, tras oír al maquinista, imputarlo y dejarlo en libertad con cargos, una medida lógica, dado que no existe riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas o posibilidad de reiteración delictiva.
El maquinista pasó la noche del sábado y la mañana del domingo en un calabozo de la Policía Nacional en Santiago, tras recibir el alta hospitalaria unas horas antes. Según ha podido saber ABC, Garzón estaba completamente abatido y en estado de shock. No quiso hablar con los agentes ni siquiera de manera informal.
Rehusó ayuda psicológica
El jueves fue detenido por funcionarios de la Policía Judicial, en presencia de su abogado en la habitación del hospital y se acogió a su derecho a no declarar. Luego rompió a llorar y preguntó por los heridos. En el centro hospitalario se le realizaron unos test para determinar si existía riesgo de suicidio y, en principio, esta posibilidad fue descartada. Aun así se le ofreció ayuda psicológica, pero también la rechazó, pese a la situación vivida.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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