Los talibanes han vuelto a golpear a Pakistán en plena campaña para vengar la muerte de su líder Osama bin Laden a manos de las fuerzas norteamericanas. Después de más de 16 horas de combates, el Ejército de Pakistán se ha hecho con el control de la base militar de la ciudad sureña de Karachi. Los 20 asaltantes y al menos cinco miembros de las fuerzas de seguridad paquistaníes han muerto durante los enfrentamientos.
"La operación está terminada. El edificio principal está controlado", ha dicho una fuente de la seguridad paquistaní a la agencia Reuters. El ataque, realizado por una veintena de hombres armados, fue reivindicado por el movimiento talibán. Todos los asaltantes han muerto según ha informado el ministro del Interior, Rehman Malik.
El asalto se inició cerca de la madrugada y ocho horas después proseguían los tiroteos entre los soldados paquistaníes y los insurgentes talibanes, que se hicieron fuertes en el interior del recinto. Un portavoz de las Fuerzas Navales, Irfan-ul-Haq, ha explicado que el grupo asaltante irrumpió con rifles automáticos en la base aérea de PNS Mehran, usada por la Marina, y que en los primeros enfrentamientos mató a dos miembros del cuerpo. "Han atacado al avión (de patrulla marítima) P-3C Orion. No puedo decir cuántos terroristas hay dentro de la base pero han sido rodeados por marines", ha relatado el portavoz. Durante el asalto a la base aérea se oyeron en la zona nueve explosiones y varios tiroteos, y según medios locales los asaltantes habrían logrado destruir dos aviones de guerra.
Insurgentes paquistaníes volaron el sábado en el paso de Jyber un camión que transportaba combustible para las fuerzas de la OTAN destacadas en Afganistán. Horas más tarde, murieron 16 personas en una segunda explosión cuando cogían restos del combustible.
En abril pasado ya se registraron en Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán, dos atentados contra autobuses de la Marina, que dejaron un total de ocho muertos. El asalto se produce exactamente tres semanas después de que comandos de elite norteamericanos mataran el pasado día 2 a Osama bin Laden en la ciudad de Abbottabad, cercana a Islamabad, en una operación que el movimiento talibán prometió vengar con ataques contra Pakistán y Estados Unidos.
Hace unos días, EE UU y Pakistán renovaron su alianza antiterrorista. Washington admitió que el caso Bin Laden había dañado los lazos bilaterales entre ambos países, aliados en la región en la lucha contra Al Qaeda.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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