El alto precio de la gasolina tiene contra la pared a miles de trabajadores de Inland Empire, quienes en su mayoría se ven obligados a laborar fuera de la región debido a la carencia de empleo locales.
Anualmente más 300,000 residentes de los condados de Riverside y San Bernardino debe conducir un promedio de 140 millas diarias para llegar hasta sus centros de trabajo, un recorrido que está sangrando la economía familiar.
"El gobierno necesita hacer algo para controlar esto. Si no puede ofrecernos fuentes de trabajo, al menos que busque la manera de controlar esta locura", destacó Salomón Arista, quien diariamente conduce cerca de 200 millas desde Riverside hasta San Diego donde se dedica a instalar ventanas en escuelas.
De acuerdo con la organización Beacon Economics de UCR, Inland Empire cuenta con poco más de un millón de fuentes de trabajo, pero la cifra que se queda corta en comparación con el enorme crecimiento residencial que ha tenido la zona, la cual, según datos del censo, cuenta con una población en edad laboral superior a los 1.5 millones de habitantes.
Según el reporte de UCR, Los Ángeles y la región de Orange son las zonas que actualmente mantienen gran parte de la fuerza laboral que reside en Inland Empire.
Robert García desembolsa hasta 300 dólares semanales en gasolina, solo para cubrir sus necesidades laborales.
"Aquí no tenemos otras oportunidades. Hay que salir por fuerza a otros condados para vivir", dijo García, cuyo trabajo se encuentra actualmente en el condado de Los Ángeles.
Se estima que alrededor de 150,000 personas viajan hasta Los Ángeles para trabajar y miles más llegan a conducir hasta zonas tan distantes como la frontera de Nevada, que actualmente ocupa un promedio de 4,000 trabajadores del Inland.
Algunos miembros demócratas del Congreso han estado presionando a la administración para liberar algunos de los 727 millones de barriles de petróleo almacenados en la Reserva Estratégica de Petróleo de la nación para que ayuden a calmar los mercados y reducir los precios.
En conferencia de prensa, el presidente Barack Obama dijo ayer que está preparado para aprovechar la reserva nacional si es necesario; sin embargo, se negó a especificar el precio que marcará la llamada de alerta para pedir abrir la Reserva Estratégica de Petróleo.
Patrick DeHaan analista económico y director de la página de Internet GasBuddy, destacó que actualmente el aumento de los precios de la gasolina se debe a las especulaciones del mercado y no precisamente a una escasez de producción.
"Mira —y mmuestra un billete de cinco dólares de su bolsillo y algunas monedas—, esto es todo lo que me queda. Acabo de echarle 40 dólares de gasolina y voy a ver si el patrón me paga el día; si no, ya me fregué", platicó el trabajador.
En Inland, donde el costo de la gasolina ha aumentado todos los días desde mediados de febrero y es casi imposible encontrar gasolineras que ofrezcan combustible a menos de 3.80 por galón, las familias de los trabajadores están pasando un trago amargo, mucho más incluso que el año pasado, cuando para estas fechas el galón se cotizaba a menos de tres dólares.
"Mantener a nuestros trabajadores en empleos locales jugará un papel importante en la recuperación económica de la región, y en última instancia en nuestro crecimiento a largo plazo", dijo David W. Stewart, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de California en Riverside (UCR)."Lo que estamos viendo no es una escasez de suministro, las refinerías están operando a capacidad bastante adecuada. El problema es que hay una gran incertidumbre en los mercados del petróleo; parte de ello se debe al hecho de que la economía está creciendo más rápido en algunos lugares que en otros, China, India, Brasil y otras naciones emergentes que están utilizando más y más energía", informó DeHann.
El costo del petróleo aumentó 22% con respecto al año pasado y los precios de la gasolina están en su nivel más alto en más de dos años.
Como efecto colateral, la confianza del consumidor también cayó la semana pasada al nivel más bajo en un mes debido a los crecientes precios de gasolina que incomodan a los estadounidenses en sus finanzas y en la economía.
Laura Williamson, gerente de la gasolinera Valero en la ciudad en el condado de Riverside, apuntó que es deprimente ver la cara de los trabajadores cuando llegan a su estación y, como ellos, su negocio también sufre las consecuencias.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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