El rey Mohamed VI aseguró "no haber sido nunca informado de la gravedad de los crímenes abyectos" del pederasta español Daniel Galván Viña, que figuraba en la lista de personas que debía indultar con motivo de la Fiesta del Trono.
Al tercer día de uno de los mayores escándalos del reinado de Mohamed VI, el monarca alauí reaccionó, por fin, emitiendo un comunicado que fue leído el sábado a medianoche en las dos principales cadenas de televisión (Al Aoula y 2M). En él asegura que no habría firmado el indulto del pederasta, condenado a 30 años de cárcel por abusar de 11 niños en Kenitra, de haber sabido la gravedad de sus crímenes. El comunicado de la Casa Real marroquí anuncia además la apertura de una investigación que tendrá consecuencias para los implicados en el error y señala que ha pedido al Ministerio de Justicia propuestas para reformar el procedimiento del indulto para evitar que se repitan tales errores.
La Casa Real marroquí sopesó la posibilidad de pedir a España que el pederasta purgara en una cárcel española los 28 años de condena que le quedan por cumplir, pero al final lo descartó. Galván Viña no ha sido enviado a España en el marco del convenio sobre cumplimiento de penas en el país del que es originario el reo sino gracias un indulto real que es, en teoría, irrevocable.
Las primeras reacciones al comunicado real en las redes sociales evidencian una cierta decepción de los marroquíes, porque el monarca no ha pedido disculpas como lo hizo en 2012 don Juan Carlos tras su viaje a Botsuana y también indignación porque el soberano alauí firma documentos sin conocer su contenido.
Convocados, sobre todo, a través de Internet, miles de marroquíes intentaron el viernes por la noche protestar tras el fin del ayuno por el indulto concedido el martes al pederasta español. Sin embargo, las que se preveían como grandes concentraciones ante edificios emblemáticos acabaron en agrupamientos esporádicos reprimidos a porrazos por las fuerzas auxiliares. Antes de que se produjeran las primeras concentraciones de importancia, en las principales ciudades del país los antidisturbios cargaron para impedir que cuajaran las protestas. "Practicaron la represión preventiva", señala el economista Fouad Abdelmoumni, que se echó a la calle en Rabat al grito de "¡No a la pedofilia!".
El indulto a Galván, condenado a 30 años pero que no ha cumplido ni dos —la sentencia se dictó en septiembre de 2011— ha escandalizado a la sociedad civil marroquí. Hasta ONG moderadas como la Organización Marroquí de Derechos Humanos mostraron su indignación.
"Media hora antes de que llegásemos, [los antidisturbios] ya habían tomado posición en la avenida Mohamed V" de Rabat, prosigue Abdelmoumni. "Actuaban con violencia desproporcionada, incluso para los usos marroquíes", concluye. Esta conducta policial disuadió a muchos marroquíes de acudir a la convocatoria. A los militantes que se apuntan a toda protesta se habían añadido esta vez familias, incluso con niños, soliviantadas por el perdón.
"No fuimos más de 2.000 los que conseguimos concentrarnos" en la principal avenida de Rabat, reconoce Abdelmoumni, "pero hubiésemos sido al menos 10 veces más sin la represión", asegura. Los choques se saldaron con numerosos heridos, entre ellos varios periodistas, que necesitaron atención hospitalaria. "No sirvió de nada que enseñara mi carné de prensa; me siguieron apaleando", comenta un fotógrafo al teléfono. "Me han pegado como periodista y como ciudadano; es una barbaridad", asegura Toufic Bouachrine, director del rotativo independiente Ajbar al Youm. Mientras las redes sociales ardían, los medios de comunicación públicos ignoraron las protestas hasta que leyeron el comunicado real.
Solo en Rabat fueron trasladadas a centros sanitarios 60 personas, según la Asociación Marroquí de Derechos Humanos.
Entre los manifestantes estaba el diputado Abdelali Hamidine, del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), que dirige el primer ministro. Llamó con su móvil a su jefe para darle cuenta de la violencia policial y pedirle que cesara, pero no tuvo éxito.
"A los pederastas los liberáis; al pueblo lo encarceláis", gritaban los manifestantes cuando las fuerzas del orden practicaban detenciones. "¡Vergüenza!" y "¡Viva el pueblo!", coreaba la muchedumbre, este último eslogan como contraposición a "¡Viva el rey!". "Es la primera vez en Marruecos que se pone masivamente en tela de juicio una decisión personal de Mohamed VI como el indulto real", recalca Abdelmoumni.
En todas las demás ciudades del país, los antidisturbios cargaron preventivamente.
En España, el PSOE anunció que pedirá este lunes en el Congreso que el Gobierno dé explicaciones sobre el indulto de Marruecos, impulsado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). La Vicesecretaria General del PSOE, Elena Valenciano, preguntará al Ejecutivo que especifique qué departamento del Gobierno de España ha sugerido el indulto a esa persona, según ha difundido en una nota.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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