De riguroso negro, los Soberanos holandeses presidieron el Día de la Conmemoración de los Caídos en la Segunda Guerra Mundial
En el que ha sido primer acto oficial de los nuevos Soberanos holandeses, los reyes Guillermo Alejandro y Máxima depositaron ayer poco antes de las ocho de la tarde una corona de flores delante del Monumento Nacional en la plaza Dam de Ámsterdam, con motivo del Día de la Conmemoración de los Caídos en la Segunda Guerra Mundial. Tras ello, los Reyes guardaron dos minutos de silencio en memoria de las víctimas del conflicto bélico. En la céntrica plaza de la capital holandesa, escenario el pasado martes de la abdicación e investidura del nuevo Rey, se congregaron anoche alrededor de 20.000 personas. La princesa Beatriz no estuvo presente en el acto, después de haberlo presidido como Reina los últimos 33 años.
Además de los Reyes, los Presidentes de las Cámaras de Representantes, el Comandante de las Fuerzas Armadas Tom Middendorp y el alcalde de Ámsterdam Eberhard van der Laan, también depositaron una corona de flores. A continuación el comandante Van Uhm fue el encargado de leer un discurso en el que recordó que el arrojo y el patriotismo de la generación de su padre demostrados durante la Segunda Guerra Mundial, fueron lo que le animaron a enrolarse en el ejército. "Aprendí de mi padre lo que es el servicio. Servicio significa no pensar en uno mismo, sino en todos los demás", afirmó Van Uhm, cuyo hijo, también militar de vocación, falleció hace cinco años en Afganistán.
Si ayer fue el momento de homenajear a las víctimas de la guerra, hoy domingo se celebra el Día de la Liberación, que conmemora el fin de la ocupación alemana en 1945. Los Reyes, acompañados del Primer Ministro, Mark Rutte, y de la princesa Beatriz estará presentes esta noche, también en Ámsterdam, en los actos oficiales de celebración de la Liberación.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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