Alrededor de 25 personas han fallecido y 61 han resultado heridas a causa de un doble ataque suicida en la ciudad paquistaní suroeste de Quetta, según ha informado una fuente policial. El Movimiento Talibán de Pakistán, rebeldes islamistas paquistaníes que forman parte de Al Qaeda, han reivindicado el doble ataque en una entrevista telefónica con la agencia France Presse. El motivo del atentado era vengar la captura, el pasado lunes, del líder talibán Yunis el Mauritani, dado que la guardia de fronteras, cuerpo paramilitar contra el que iba dirigido el ataque, formó parte del operativo para la captura.
El primer atentado ha sido en torno a las nueve de la mañana, hora local (seis de la mañana, hora española). Un suicida ha hecho estallar la carga explosiva que llevaba dentro de un vehículo aparcado cerca del coche del subinspector general de la guardia de fronteras, Farrukh Shehzad, que sufrió heridas en el ataque y cuya mujer ha perdido la vida. Diez minutos más tarde, el segundo atacante ha detonado la carga que llevaba adherida al cuerpo dentro de la residencia de Shehzad. Las primeras investigaciones apuntan a que uno de los suicidas podría ser de la etnia tajik de Afganistán.
Entre los fallecidos hay siete miembros y un coronel de este cuerpo paramilitar, una mujer y su hijo, de tan solo unos meses de edad. Las explosiones, además, han derribado los muros de la casa y de las oficinas cercanas.
El Mauritani, detenido el lunes, es uno de los dirigentes de Al Qaeda más importantes detenidos en los últimos años, ya que desempeñaba un papel fundamental en la planificación de los ataques contra países occidentales. Estaba considerado por los expertos en la lucha antiterrorista como elministro de Exteriores de Al Qaeda. Al Mauritani había recibido personalmente de Osama Bin Laden el encargo de atacar objetivos con importancia económica en Estados Unidos, Europa y Australia, según el Ejército paquistaní.
Quetta es la capital de la provincia de Baluchistán, que limita con Afganistán e Irán. Al conflicto tradicional causado en la ciudad por choques entre armados entre grupos separatistas y el Ejército se ha sumado en los últimos años la cada vez mayor influencia de las redes talibanes, que operan a ambos lados de la frontera entre Pakistán y Afganistán. De hecho, las últimas acciones de EE UU contra Al Qaeda se han centrado en este país, donde además de la detención de el Mauritani, la CIA liquidó el pasado 22 de agosto, en un ataque con un misil, al nuevo número dos de Al Qaeda, el libio Atiyah Abdel Rahman, que vivía en Waziristán, una zona montañosa del noroeste de Pakistán.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
No comments:
Post a Comment