Medios locales informaron que se registró un intercambio de disparos entre los agentes de la Guardia Bolivariana y unos 50 reclusos rebeldes. Durante la requisa, se incautaron unas 40 armas, ocho granadas y 45 kilos de cocaína
En el centro penitenciario se encuentran el ministro del Interior y Justicia, Tarek El Aissami, el viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana, Nestor Reverol y el Comandante de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), mayor general Luís Motta Domínguez.
En la madrugada del sábado unos tres mil agentes de la GNB ingresaron al Rodeo II, apoyados por 400 del Regimiento de Paracaidistas, para realizar una pesquisa final que permita a las autoridades tomar el control de la prisión.
Sólo en las primeras horas, se secuestraron siete fusiles, cinco escopetas, tres carabinas, una subametralladora, 20 pistolas, cuatro revólveres, 63 cargadores de pistolas, 28 cargadores de fusil, ocho granadas de mano, 5 mil cartuchos de fusil, 45 kilos de cocaína y 12 de marihuana y 100 celulares.
La crisis en el penal y en Rodeo I, que llegó a su punto más sangriento el pasado domingo cuando los enfrentamientos entre reos dejaron 22 muertos, llevó al gobierno de Hugo Chávez a protagonizar una nueva polémica con la oposición.
El vicepresidente Elías Jaua criticó a los diputados opositores por "hacer juego con el dolor de los familiares de los privados de libertad". "Allá están todos en Guatire, tomándose las fotos y dándole abrazos falsos a las mujeres pobres angustiadas por sus hijos, en la prisión de El Rodeo", señaló.
"Miserables les decimos, no jueguen con el dolor del pueblo venezolano, miserables son", agregó. Aseguró, además, que se está trabajando "para que el pueblo tenga las mejores condiciones materiales y por ende nadie termine en la cárcel".
El asambleista opositor, Julio Borges, llegó al Rodeo II para exigir a las autorides penitenciarias información sobre la situación real dentro del edificio. "Esto es el reflejo del país violento que tenemos, de un país impune. Nosotros estamos aquí para defender los derechos humanos de todos los venezolanos", indicó.
Mientras que, desde la Mesa de Unidad Democrática acusaron al gobierno de intentar "resolver el problema de hacinamiento en El Rodeo masacrando a los reos".
"Esto parecía la guerra de Vietnam, la Segunda Guerra Mundial", relató, por su parte, el general Luis Motta, quien informó sobre la muerte de un presidiario y dos agentes. Según este militar, los reos utilizaron fusiles de largo alcance, ametralladoras y otras armas automáticas para defenderse ante al entrada de los militares.
El oficial dijo este viernes que se logró controlar el edificio conocido como El Rodeo I, pero que "dada la hostilidad" de unos 1.400 detenidos de El Rodeo II, la intervención se extende a este sábado.
Este viernes, antes de que ingresaran los soldados, las autoridades de la cárcel cortaron el servicio eléctrico y el agua. Los reclusos del área conocida como el Anexo, situada más cerca del ingreso, se rindieron sin ofrecer mayor resistencia. Mientras lo hacían, gritaron nueve veces "¡Gloria!" para dar a conocer su decisión. Después rompieron todos los teléfonos con los que se comunicaban con sus parejas y familiares.
El Comité de Familiares y Víctimas de los Sucesos de Febrero y Marzo de 1989 (Cofavic) manifestó su rechazo a la intervención militar de El Rodeo I. Según esta ONG, aseguran que la toma se ha hecho con "uso desproporcionado de la fuerza para el control de la situación interna en los centros de reclusión del país".
Cofavic recuerda que la medida es "arbitrariamente contraria al Derecho Internacional y a la Constitución de la República", y "ratifica la falta de cumplimiento de la garantía de no repetición, por parte del Estado Venezolano, de lo ocurrido en 1992 en el Internado Judicial de Los Flores de Catia" (retén de Catia).
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