Las tropas del general Maher el Asad, hermano del presidente sirio Bachar el Asad, han iniciado esta mañana el asalto contra la ciudad sitiada de Jisr al Shughur, al noroeste del país y próxima a la frontera con Turquía. Su objetivo, anunciado por la televisión estatal siria, es "restaurar la seguridad" en ese enclave rebelde, rodeado desde hace varios días por los soldados fieles al régimen que luchan contra un número indeterminado de militares que han desertado y se han unido a la revuelta. "Nuestro corresponsal en Jisr al Shughur nos informa de que la operación del Ejército es en respuesta al llamamiento del pueblo, por lo que unidades militares han empezado a asumir sus deberes", asegura la televisión, que añade que están ardiendo campos alrededor de la ciudad para dificultar el acceso de los militares.
Rami Abdulrahman, del observatorio de derechos humanos sirio, ha asegurado, en declaraciones a Reuters, que los habitantes de la ciudad le han dicho que el Ejército aún no ha irrumpido en la localidad pero que se prepara para ello. "Pueden escuchar a lo lejos las ráfagas de ametralladora pero por el momento no hay informes de víctimas", ha asegurado. Un portavoz de los Comités de Coordinación Local, una coalición de activistas opositores, ha afirmado, según recogeThe New York Times, que ha habido choques en Al Sarmaneyah, a unos ocho kilómetros de Jisr al Shughur. Residentes de esta localidad han lanzado neumáticos quemados a las calles para frenar el avance de las tropas de El Asad.
La corresponsal de Al Yazira en Turquía asegura que la ofensiva del Ejército en la ciudad donde resisten los militares amotinados se prevé de grandes proporciones. "Tenemos informes llegados desde el interior de Siria que aseguran que columnas de tanques se dirigen hacia ese lugar mientras la población está levantando barricadas donde puede." Algunos residentes de la zona cifran en unos 40 los tanques desplazados hasta las inmediaciones de Jisr al Shughur. Las fuerzas de Maher al Asad preparadas para entrar podrían contar con hasta 15.000 soldados, según varias fuentes.
Pero el enfrentamiento entre opositores y régimen no seha concentrado hoy tan soloen el noroeste de Siria. El día del rezo ha dejado de nuevo choques entre manifestantes y fuerzas armadas. Según los cálculos de los activistas, 11 personas murieron en la provincia de Idlib, otras dos en Deraa, cuatro en el barrio de Qaboun de la capital, Damasco, ycinco en Latakia.
Oleada de refugiados
El temor a un asalto inminente ha hecho que en las últimas horas haya aumentado el flujo de personas que huyen de los combates en dirección a la frontera con Turquía. La ciudad sitiada, una remota localidad agraria de 50.000 habitantes, se está quedando desierta según pasan las horas.
El Gobierno de Ankara anunció ayer que al menos 2.400 refugiados sirios habían sido acogidos en un campamento de la Media Luna Roja. Pero muchos otros se han instalado en casas de familiares en la provincia turca de Hatay, que hasta 1938 estaba bajo soberanía siria, informa Enric González. La ONU ha asegurado hoy que ya son 2.700 los refugiados que se encuentran en territorio turco. En las últimas 24 horas han llegado al sur del país alrededor de 1.570.
Ante la gravedad de la crisis humanitaria, la Cruz Roja ha realizado hoy un llamamiento a las autoridades sirias para que permitan a sus trabajadores asistir a la población civil, incluidas aquellas personas heridas o detenidas durante la revuelta. "Pese a los reiterados llamamientos a las autoridades sirias, aún no tenemos garantizado el acceso a aquellos con necesidades. Estamos decididos a ayudar a las personas que están lidiando con la violencia", ha asegurado en un comunicado Jakob Kellenbeger, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja. "Asistencia humanitaria de carácter vital debe de llegar a la gente sin más demora", ha urgido.
Primeras deserciones
Hay abundantes indicios de que varias unidades militares han desertado en Jisr al Shughur para unirse a la oposición y luchar contra sus antiguos compañeros de armas después de que rechazaran secundar la orden de ametrallar a la población. A raíz de esas presuntas deserciones se habrían producido los enfrentamientos que han dejado al menos 120 muertos, la mayoría policías y militares, que anunció el Gobierno sirio a comienzos de semana. No obstante, el régimen de El Asad culpa de las muertes a "grupos armados terroristas".
Según activistas de derechos humanos y vecinos contactados por teléfono, ciudades como Homs y Hama permanecen ocupadas por el Ejército y los muertos superan los 1.300, con más de 10.000 detenidos. En Deraa, las fuerzas de seguridad han abierto fuego este viernes contra una multitud que se manifestaba en el centro de la ciudad, causando heridas a varias personas, según testigos de los hechos. Al menos ocho personas han recibido impactos de bala y han sido evacuados a una clínica cercana, según las mismas fuentes.
La presión sobre la dictadura siria se ha incrementado esta semana con la presentación ante el Consejo de Seguridad de la ONU de un borrador de resolución de condena auspiciado por los Gobiernos de Francia y Reino Unido y apoyado por Alemania y Portugal. Con todo, la iniciativa diplomática cuenta con pocas posibilidades de salir adelante por la oposición de Rusia y China, aliados tradicionales del régimen sirio.
Turquía acusa a Siria de perpetrar "atrocidades"
Este viernes, el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, ha acusado al régimen sirio de perpetrar "atrocidades" contra los manifestantes, según declaraciones suyas recogidas por la agencia Anatolia. En el discurso más contundente pronunciado hasta ahora, Erdogan ha calificado de "bárbara" la represión ejercida por las fuerzas del presidente sirio, Bashar el Asad, en especial la perpetrada por las fuerzas de élite dirigidas por el hermano del dirigente, Maher, que directamente ha tachado de "inhumanas". El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, se ha unido al coro de denuncias al poner en duda la "legitimidad" del Gobierno sirio por cometer "una masacre de inocentes".
Ayer, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, exigió a El Asad que frene el "asalto contra su propio pueblo". Pillay aseguró que más de 1.100 personas han muerto y otras 10.000 han sido detenidas como consecuencia de la represión del régimen.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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