La Administración Obama trabajaba el jueves para determinar qué había derribado un avión de pasajeros en Ucrania y confirmar si había estadounidenses muertos en un incidente que podría empeorar el ya complicado conflicto cerca de la frontera entre Rusia y Ucrania.
El vicepresidente, Joe Biden, dijo que el hecho "no fue un accidente" y señaló que el avión "fue reventado en el cielo". Sin embargo, Biden advirtió que Estados Unidos aún estaba buscando detalles sobre la causa de la caída del aparato y sobre reportes de que había ciudadanos estadounidenses a bordo.
El presidente Barack Obama, hablando durante una visita a Delaware, no mencionó quién podría ser responsable del derribo del jet de Malaysia Airlines que transportaba 298 personas y calificó el incidente como una "tragedia terrible".
Tras la caída, la Administración Federal de Aviación dijo que las aerolíneas estadounidenses acordaron voluntariamente no operar cerca de la frontera Ucrania-Rusia. La agencia señaló que estaba monitoreando la situación para determinar si eran necesarios más lineamientos.
El incidente ocurrió un día después de que Obama impusiera amplias sanciones económicas contra Rusia como castigo por sus movimientos amenazantes contra Ucrania. Se cree que Moscú está apoyando a separatistas pro rusos a fomentar inestabilidad cerca de la frontera, aunque el Kremlin refuta esas acusaciones.
Obama discutió el jueves por teléfono las nuevas sanciones con el presidente ruso, Vladimir Putin. La Casa Blanca dijo que durante esa llamada surgieron noticias sobre el avión derribado y que Putin mencionó el incidente al mandatario estadounidense.
"El mundo está observando" el incidente fatal, dijo Obama en Delaware.
Obama señaló que su gobierno mantiene un estrecho contacto con las autoridades ucranianas, y está preparado para asistir en la investigación del suceso. Biden habló por teléfono con el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, y anunció el envío de un equipo a Ucrania para colaborar en las pesquisas.
Poroshenko describió el episodio como un acto de terrorismo.
Anton Gerashenko, asesor del ministro ucraniano del Interior, dijo en su página de Facebook que el avión volaba a 33.000 pies cuando fue alcanzado por un misil lanzado por un sistema Buk.
Autoridades de inteligencia de Estados Unidos dijeron que aún estaban intentando confirmar cómo había sido derribado el avión. Su cauta actitud subraya el potencial que tiene el incidente para escalar una disputa ya tensa entre Rusia y Ucrania.
Agentes de inteligencia sí dijeron que Rusia ha enviado una amplia gama de armamento pesado a Ucrania en los últimos meses, aunque no está claro si eso incluye el sistema Buk de defensa aérea, que se maneja desde un vehículo de oruga. Washington sospecha que se han proporcionado armas antiaéreas y lanzagranadas portátiles a los separatistas.
Según una empresa estatal ucraniana de importación y exportación de tecnología y armamento militar, conocida como Ukroboronservice, el ejército ucraniano maneja el sistema Buk-M1, designado por la OTAN como SA-11 Gadfly. Está diseñado para derribar aeronaves militares, como helicópteros, así como misiles.
Agentes de inteligencia estadounidense también creen que Moscú ha proporcionado a los separatistas del este de Ucrania otro armamento pesado, como artillería, sistemas múltiples de lanzamiento de cohetes, tanques y transportes blindados para tropas.
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Superville informó desde Wilmington, Delaware. Los periodistas de Associated Press Nedra Pickler, Robert Burns, Joan Lowy y Josh Lederman contribuyeron a este despacho.
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Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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