Si hay un tema que me molesta de sobremanera es cuando otras personas nos llaman “malas madres” por tomar opciones distintas a lo que el común de la gente haría.
Sí, somos malas madres cuando tomamos la decisión de quedarnos en la casa y cuidar a nuestros hijos porque la sociedad dice que debes desarrollarte como profesional, somos malas madres cuando salimos a trabajar dejando a nuestros hijos con una nana o en el jardín infantil, aún peor, somos MÁS MALAS MADRES cuando los dejamos en la sala cuna con pocos meses de vida exponiéndolos a que se enfermen.
Somos más malas madres cuando estamos en la calle y a ellos les da una pataleta y una debe tratar de controlarlo con la solución que encuentre a la mano, somos malas cuando les damos un dulce y cuando se los quitamos, cuando les preparamos comida o cuando les damos colados. Cuando hemos decidido darle pecho hasta pasado los dos años o cuando los destatamos temprano.
En fin, siempre seremos malas madres para otras madres.
Me indigna porque siempre he propuesto que las mamás somos las mejores mamás para nuestros hijos. Que somos las adecuadas para cada uno de ellos, pero siento que siempre existirán esas personas que te cuestionan tu rol, así como a ellas también lo hicieron, sin pensar que eso nos causa un estrés extra a nuestra labor.
Muchas veces veo como nos llaman la atención porque hemos decidido llevarlos a la sala cuna “tirándolos” a la vida, cuando en realidad, no hay alguien que te pueda y quiera ayudar cuando NECESITAS trabajar o terminar tus estudios.
Te critican sin dimensionar los sacrificios personales que una realiza para que no sólo una salga adelante, sino también nuestros hij@s disfruten de nuestros logros y sean parte de la vida de una mamá realizada
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
No comments:
Post a Comment