François Hollande ha reafirmado hoy su idea de renegociar el tratado de austeridad firmado el 2 de marzo por 25 de los 27 socios europeos. La postura del candidato socialista francés a las presidenciales de primavera ha sido respaldada por el presidente del SPD alemán, Sigmar Gabriel, y por el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. El viernes, durante el foro de reflexión Renacimiento de Europa, organizado en París por varias fundaciones europeas afines al centroizquierda, Hollande forjará una alianza progresista contra el pensamiento único conservador, y recibirá los apoyos del primer ministro belga, Elio di Rupo, y del secretario del Partido Democrático italiano, Pierluigi Bersani.
Tras reunirse esta mañana durante una hora con Rubalcaba en su sede de campaña, y ver cómo el líder del PSOE le definía ante la prensa como “la gran esperanza de la izquierda europea”, Hollande ha reiterado en declaraciones a Reuters que su idea sigue siendo renegociar el pacto fiscal si es elegido en las presidenciales del 22 de abril y el 6 de mayo.
Los socialistas franceses ven que las dudas sobre la eficacia del acuerdo de austeridad se van abriendo paso no solo entre la izquierda y muchos analistas, sino también entre algunos Gobiernos conservadores. Hollande ha citado entre ellos al Ejecutivo español que dirige Mariano Rajoy: “Que el Gobierno español tome sus precauciones respecto a los objetivos fijados para reducir el déficit, que los amigos belgas evoquen soluciones complementarias, y que los holandeses vean que el crecimiento no llega y no pueden cumplir sus objetivos, todo eso indica que el tratado tal y como ha sido negociado no es la fórmula que nos permitirá poner a Europa en el buen camino”, ha dicho.
“Que algunos empiecen a pensar en hipótesis, renegociaciones y complementos es la prueba de que la lucidez y la consciencia sobre el tratado son cada vez mayores”, ha añadido, subrayando que sigue convencido de que el tratado se puede renegociar porque todavía no ha sido ratificado.
Desde Bruselas, un responsable europeo cercano a las negociaciones ha declarado que es “imposible” reformar el tratado firmado por 25 socios, ya que “algunos países lo han ratificado ya y quieren ser tomados en serio”. El funcionario ha agregado que “si hace falta un texto político sobre el crecimiento, este podría figurar como tal al lado del tratado”.
Sin entrar a valorar la forma de retocar el texto, Sigmar Gabriel, el jefe de filas del SPD, que se jugará la elección en 2013 con la canciller Angela Merkel, ha defendido la iniciativa de Hollande en una entrevista a Le Monde: “No hay nada ingenuo en esa idea porque no se opone al pacto fiscal. Lo que dice, y tiene toda la razón, es que el acuerdo es solo la mitad del camino que Europa debe recorrer”.
“Lo que le falta al pacto es, por ejemplo, una justa participación de los mercados en la solución de la crisis (…) y una iniciativa por el empleo y el crecimiento a escala europea”, concluye Gabriel.
Hollande propone completar el tratado fiscal con medidas de apoyo a las Pymes, más solidaridad, mejor gobernanza política, una tasa financiera, un papel más activo del Banco Central Europeo y la creación de eurobonos para mutualizar la deuda europea. Rubalcaba ha respaldado expresamente algunas de esas medidas, y ha afirmado que “el acuerdo está incompleto y es desequilibrado porque ofrece mucho ajuste, muy poca gobernanza política y nada de crecimiento”.
“Si se revisa como desea Hollande, eso ayudará a los países que, como España, necesitan crecer y generar puestos de trabajo”, ha añadido el líder del PSOE.
Su análisis es que “solo con ajustes y más ajustes” Europa no podrá emprender “una salida justa de la crisis. Estamos de acuerdo en que hay que seguir combatiendo el déficit, pero también creemos que Europa se equivoca si se limita solo a hacer recortes. Eso deprimirá aun más a una economía deprimida. Ajustes más recesión solo conducen a más recesión”.
El dirigente del PSOE cree además que, si Hollande gana y un país con tanto peso como Francia se planta, Europa no podrá mirar hacia otro lado. Al ser preguntado por el vacío que los jefes de Gobierno de la derecha europea han dedicado a Hollande (Angela Merkel y David Cameron se han negado a recibirle), Rubalcaba ha sido claro: “Es un error que los jefes de Gobierno no reciban a la persona que muy probablemente va a ser el próximo presidente de la República francesa. El juego institucional obliga a tener en cuenta también a las oposiciones, no solo a los Gobiernos”. Y ha concluido: “Si yo fuera Merkel, hablaría con Hollande”.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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