La lucha por el Gobierno de Baja California vivió la tarde de este domingo un nivel de enfrentamiento que no se vio ni siquiera en el peor momento de la campaña electoral, caracterizada por el lodo que uno y otro bando se han estado lanzando. Apenas cerraron los puestos de votación, tanto el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como el Partido Acción Nacional (conservador) salieron a proclamar el supuesto triunfo de su respectivos candidatos.
Aunque hubo elecciones en 14 Estados, la atención de México este domingo estuvo todo el tiempo puesta en Baja California. Los presidentes de los tres principales partidos de México se trasladaron a Tijuana, que concentra poco más de 50% del padrón electoral del estado. Y desde aquí, los líderes partidistas elevaron la apuesta: uno de los dos cargará con la derrota y con el ridículo de haberse proclamado ganador equivocadamente.
“Hace 24 años un presidente nacional del PRI con vocación democrática admitió a estas horas que las tendencias no le eran favorables”, dijo a la prensa César Camacho Quiroz, líder nacional del partido tricolor, en referencia a Luis Donaldo Colosio, asesinado en 1994 y a quien como priísta le tocó reconocer la derrota en 1989 de su partido en este Estado. Fue la primera vez que el PRI reconocía una derrota en una gubernatura. “Hoy, 24 años después a otro presidente del PRI le ha tocado la oportunidad de decir que los electores han optado por el PRI y sus aliados, y han decidido mayoritariamente que su próximo gobernador sea Fernando Castro Trenti”.
Tras el anuncio de Camacho Quiroz los aplausos atronaron en el auditorio del Grand Hotel, sede elegida por los priístas. “Las encuestas a las que todos tuvimos acceso se vieron consolidadas y ratificadas por las encuestas de salida, y mantienen los mismos márgenes a favor de nuestro candidato”, agregó. Minutos después, los mariachis comenzaron a sonar. Junto al líder nacional del PRI estaban el candidato y Manlio Fabio Beltrones, líder de los diputados priístas en el Congreso de la Unión y tutor de la carrera de Castro Trenti, a quien apodan El Diablo.
Al mismo tiempo, en el hotel Camino Real, el presidente nacional del PAN Gustavo Madero, acompañado del ex legislador Santiago Creel, declaró triunfador de la elección a Francisco Kiko Vega. “Nuestro candidato será el próximo gobernador de Baja California”, dijo Madero, quien aseguró que la ventaja de su abanderado –quien no estuvo en la rueda de prensa– es de cinco puntos porcentuales.
A pesar de decirse triunfante, Madero destacó anomalías en la jornada electoral. “Esto que estamos viviendo no lo habíamos vivido en 20 años en Baja California, es lamentable y preocupante”, dijo el líder nacional panista. “Hicieron todo lo posible porque (nuestros candidatos) no ganaran. Y lo siguen haciendo”.
Jesús Zambrano, líder nacional del Partido de la Revolución Democrática, viajó por la tarde hacia esta ciudad - el vuelo desde la capital mexicana toma tres horas y media— y apenas aterrizó se realizó una rueda de prensa en donde, ahora sí, participó el candidato del PAN-PRD.
“Los mariachis callaron”, dijo eufórico pasadas las 20.00 h. Jesús Zambrano, en referencia a una famosa estrofa de ese tipo de música y en alusión al festejo que, con mariachis, habían empezado antes los priistas. “Baja California tiene gobernador y se llama Kiko Vega”, dijo el perredista. El presidente del PAN aseguró por su parte que tendrán el 47% de los votos mientras sus opositores el 42%.
Para sumar el mayor apoyo posible, cada bando estableció alianzas con otras organizaciones partidistas. El PRI lo hizo con su sempiterno aliado el Partido Verde Ecologista de México, con el del Trabajo –que ha apoyado al izquierdista Andrés Manuel López Obrador en otras elecciones— y con una organización local llamada Encuentro Social. Todos ellos apoyaron a Castro Trenti en una coalición denominada Compromiso por Baja California.
Por su parte, los panistas se aliaron con los perredistas, quienes los desplazaron del segundo lugar en la elección presidencial del año pasado, con el partido Nueva Alianza, ligado al magisterio y más precisamente a la defenestrada líder Elba Esther Gordillo, y con el partido local de Baja California. Esta coalición, que postuló Vega, mejor conocido como Kiko, se denomina Unidos por Baja California.
El órgano electoral comenzará a recibir los datos de las casillas de votación, y con el recuento de estas se sabrá cuál de las dos coaliciones perdió, y que presidente partidista se lleva a su currículum la derrota y el bochorno de un triunfo anunciado indebidamente.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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