Florida ha aprobado recortar el tiempo que los condenados pasan en el corredor de la muerte –una media de trece años, pero que en ocasiones supera los treinta–, una demora debida a retrasos burocráticos y a la lentitud de la Justicia en resolver alegaciones. El deseo de acelerar ejecuciones, en el estado de EE.UU. que más penas de muerte aplica después de Texas y en el que 405 personas esperan la ejecución de la sentencia, coincide con la derogación de la pena capital en Maryland.
La iniciativa impone plazos para las apelaciones de los condenados y para la ejecución de las condenas una vez la Corte Suprema del estado las ratifica. La nueva legislación aprobada por las dos cámaras legislativas de Florida ha sido impulsada por la mayoría republicana, mientras que los demócratas han criticado la medida por restar tiempo a las debidas revisiones judiciales promovidas por los abogados de los condenados.
“Una justicia veloz, ¿es una justicia justa?”, preguntó la demócrata Arthenia Joyner en el Senado de Florida cuando la semana pasada esa cámara aprobó las medidas. “Hemos visto casos en los que, años después, gente condenada ha sido exonerada”, advirtió.
Pero el senador republicano Rob Bradley, respondió que los legisladores no estaban debatiendo sobre “inocencia o culpabilidad de los condenados”, si no sobre “justicia aplicada a su tiempo”. Recordó como muchos abogados de condenados presentan “apelaciones frívolas” simplemente para retrasar su ejecución, algo que “no es justo con las víctimas ni con sus familias”.
En Florida cuatrocientos hombres y cinco mujeres se encuentran en el corredor de la muerte. La próxima ejecución está programada para el 29 de mayo. Aunque la media entre la condena y la ejecución es de trece años en Florida, existen 155 condenados que llevan veinte años de espera, y diez han superado los 35 años en el corredor de la muerte. Desde que Florida retomó las ejecuciones en 1979, la ha aplicado en 75 ocasiones, algo superado solo por Texas, con 496 ejecuciones.
La iniciativa en Florida ha coincidido con la prohibición de la pena capital en Maryland. Se trata del sexto estado en seis años que aprueba su abolición. Sigue siendo legal en 32 estados, aunque el número de ejecuciones un 75% desde 1990, y solo nueve estados ejecutaron alguna persona en 2012.
En un caso utilizable contra la precipitación de las ejecuciones, en Misisipi se paró la aplicación de la pena de muerte sobre Willie Jerome Manning, de 44 años, solo unas horas antes de que se le suministrara una inyección letal. El FBI ha reconocido un error en el análisis de ADN que llevó a la condena de Manning en 1992.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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