Es raro, pero lo primero que pensé después de que me dijeron que tenía cáncer fue que iba a tener que comprar una peluca. Yo tenía 24 años y ningún antecedente de cáncer de seno en mi familia directa. Dos años antes yo me había sentido una bolita en el seno, pero mi ginecóloga lo descartó como un quiste y me dejé de preocupar.
Una bolita que creció por dos años
Todo empezó en octubre de 2010, hace casi exactamente dos años. Yo siempre me había cuidado mucho, estoy flaquita pero siempre he tenido las boobies grandes y tenía muy presente la importancia de la autoexploración. Un día me sentí algo en el seno y fui con mi ginecóloga, quien me dijo que era un quiste y me mandó vitamina E para tratarlo.
Pasó el tiempo, dejé de vivir con mis papás, hice mi vida... hasta que un día en el trabajo, jugando con un amigo, me sintió una bola muy grande en la axila. Había pasado un año y medio desde la última consulta con mi ginecóloga, y me asusté muchísimo. Ese mismo día hice otra cita con ella, me mandó un ultrasonido y me dijo que tenía que ver a un especialista. Jamás pensé que iba a tener cáncer aunque sí me sentí culpable porque yo fumaba, tomaba alcohol, no hacía ejercicio, no comía bien? entonces empecé a correr en las noches, regresando de la oficina.
Cuando el especialista vio mi ultrasonido se confundió: mi "quiste" tenía bordes irregulares pero también regulares [los tumores cancerígenos tienen bordes irregulares]. Por mi edad no estaba seguro si lo que tenía era cáncer y me mandó una mastografía. Después se decidió que tenían que operarme para sacar el tumor, aunque todavía no sabían lo que era. En estos días pasé por una racha de mala suerte, mi perrito se murió, choqué mi auto? todo me salía mal.
Mantenerse fuerte para los demás
Un mes después de que mi amigo me sintió la bolita, yo estaba en el quirófano, despertando de la anestesia. Era la primera vez que me operaban en mi vida. Vi a mi doctor, todavía un poco mareada, y me dijo que tenía cáncer y que me iban a tener que dar quimioterapias. Me estaban pasando del quirófano al cuarto cuando me enteré de todo esto. Mis papás todavía no lo sabían.
Me quedé sola en el cuarto de hospital y lo primero que pensé fue que tendría que comprarme una peluca. Después pensé en mis papás, en que yo tenía que estar fuerte para ellos. "Vas a ver que todo va a estar bien, no te preocupes" le dije varias veces a mi mamá cuando entró al cuarto, llorando con mi papá. Ellos ya sabían cómo tenían que actuar porque mi tía también había sido diagnosticada (diez años antes) con cáncer de cerebro.
Mi cáncer era etapa dos, casi tres, y era de los tipos más agresivos, por mi edad y porque tiempo después nos enteramos de que mi bisabuela paterna había fallecido de cáncer de seno. Tenía todo en mi contra pero no lo sabía, y eso fue clave para no desanimarme. En mi cabeza jamás pensé "me voy a morir". Sólo pensaba que no iba a tener cabello, que iba pasar por mucho, pero iba a sobrevivir.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
No comments:
Post a Comment