“Es tal vez la captura más importante que se ha dado de los capos en los últimos tiempos”. Esas son las palabras que ha dedicado el presidente de Colombia Juan Manuel Santos a la captura de Daniel ‘El Loco' Barrera, el jefe narcotraficante más poderoso de Colombia en la actualidad que fue detenido este martes en Venezuela.
Aunque su nombre le dice poco al mundo, 'El Loco' Barrera, por quien se pedían 3 millones de dólares, es quizá el último gran jefe de mafias que buscaban la Policía y la CIA desde 2007, cuando el expresidente Álvaro Uribe les declaró la guerra. El narcotraficante había logrado no solo hacer alianzas con la guerrilla de las FARC, con los paramilitares (desmovilizados hace seis años), y con las bandas criminales, sino también con autoridades legales que logró corromper durante todos estos años para escabullirse de operativos y evitar su captura.
“Lleva más de 20 años dedicado a hacerle mal a Colombia y al mundo. Tenía alianzas perversas con paramilitares, con las FARC, con el narcotráfico. Era el jefe de alias ‘Cuchillo’ y fue quien reemplazó a Miguel Arroyave como responsable de esa cadena de criminalidad que operaba en el oriente del país”, dijo Santos en alusión a otros desaparecidos jefes narcotraficantes y paramilitares.
En Colombia, 'El Loco' Barrera era un narcotraficante excepcional. Hace 15 años, abrió la ruta internacional con los carteles mexicanos y se mantuvo durante todo este tiempo sin aliarse con un ejército. Por eso logró lo que ningún narco había podido: asociarse con guerrilla y paramilitares al mismo tiempo para comprar, vender y exportar la droga.
Es así como ‘El Loco’ manejaba casi el 60 por ciento de la droga en el oriente del país. “No hay un sólo kilo de coca de los que pasan por Bogotá que no sea de Barrera o autorizado por él”, le dijo años atrás a la revista colombiana Semana un agente de la DEA que lo persiguió durante varios meses.
Según dijo a El PAÍS una fuente policial que estuvo al tanto de la operación y que, por seguridad, pidió la reserva de su nombre, Barrera nunca tuvo su ejército propio “porque sabía que era muy costoso y lo delataban más fácil”.
De él se sabía que se refugiaba en Venezuela hace más o menos cinco años. Y según el presidente Santos, su detención en San Cristóbal se dio gracias “al servicio de inteligencia británico, el MI6 y también colaboraron en forma muy efectiva las agencias de inteligencia de los Estados Unidos, en particular la CIA”, quienes trabajaron en conjunto con la Dirección de la Policía Nacional desde Washington.
Así mismo, le dio las gracias al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y a las autoridades del país, quienes en los últimos dos años también han facilitado la detención de 29 narcotraficantes.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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