El presidente de Francia y candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy, aseguró hoy en una entrevista concedida a la revista “Paris Match” que, si gana los comicios de abril y mayo próximos, actuará de manera distinta, por la experiencia acumulada y la calma lograda con la edad.
“Seré diferente. Primero, porque ya habré sido presidente durante cinco años. Y uno no repite los errores que haya podido cometer. El principal, pensar como si todavía fuera ministro. Como ministro hace falta reactividad. Cuando eres presidente, se necesita también distancia y solemnidad”, indicó el jefe del Estado.
En una entrevista en exclusiva al semanario, afirmó que en ese eventual segundo quinquenio, que sería su último mandato, se notará que, cumplidos los 57, tiene cinco años más que cuando asumió el cargo en 2007, algo que, “a la fuerza, tranquiliza”.
Sarkozy señaló que mantiene los valores de “trabajo, mérito, austeridad y autoridad”promovidos en su primera campaña, pero añadió que en 2012 se presenta “como el presidente que ha hecho todo por proteger a Francia de las crisis gigantescas afrontadas en los últimos cuatro años”.
“Soy el candidato que propone a Francia extraer las lecciones de todas esas crisis, para emprender las reformas que permitirán proteger eficazmente a los franceses”, precisó.
El candidato conservador, que aunque según los últimos sondeos recorta distancias con respecto al socialista François Hollande todavía no logra superarle en la segunda vuelta del 6 de mayo, apuntó que su confianza no parte de las encuestas, sino de la “acogida” que está recibiendo de los franceses.
“Los franceses son inteligentes. Su elección será buena. Estoy convencido”,sostuvo en la revista, en la que dijo que al término de ese hipotético segundo mandato no tendrá la “fatuidad” de querer designar a su sucesor porque eso es algo que “nunca funciona”.
Sarkozy agregó que, de la historia de Francia, no son tanto los éxitos de los “grandes hombres” los que le inspiran, sino la manera en la que superaron los desafíos.
Así, puso como ejemplo a “Napoleón, que tuvo tantos problemas con su familia. El general De Gaulle y los doce años de travesía del desierto en Colombey (…) o (el expresidente) François Mitterrand con su enfermedad”.
Y de su primer quinquenio y a nivel personal, se mostró sorprendido de la cantidad de acontecimientos vividos, desde el divorcio de la que fuera su esposa Cécilia hasta su boda con la exmodelo y cantante Carla Bruni y el nacimiento de su cuarta hija, Giulia.
“Da un poco de vértigo (…) No creo que por ser presidente uno deba renunciar a ser persona. No he querido hacer trampas ni mentir. Otros, en las mismas circunstancias, habrían preferido disimular. Yo no”, se sinceró, reconociendo además que le duele que, “por bajeza”, se critique a Bruni por el mero hecho de ser su mujer.
La familia, admitió, es su “prioridad” y, aunque en la entrevista mantuvo la discreción guardada sobre su cuarta hija desde su nacimiento el pasado octubre, admitió que la pequeña, al parecer, “tiene carácter”.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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