Un año después del inicio de la revuelta siria, los grupos de la oposición son incapaces de formar un frente común que les permita presentarse como una alternativa eficiente al régimen del presidente sirio Bachar el Assad. Ayer por la noche, tras dos días de reuniones en un hotel a las afueras de Estambul, 300 delegados y opositores sirios tuvieron que aceptar una nueva derrota. No consiguieron sobreponerse a sus diferencias. Ni siquiera consiguieron alcanzar un acuerdo de mínimos en una reunión marcada por enfrentamiento entre el Consejo Nacional Sirio, grupos opositores kurdos y activistas de peso.
Invitados por Turquía y Qatar, que ostenta la presidencia rotatoria de la Liga Árabe, la reunión marca la agenda de una semana cuyo plato fuerte es el cónclave del Grupo de Amigos de Siria, que se celebra este domingo en Estambul. Para entonces la oposición siria debería mostrarse como una alternativa coherente y unida para poder contar con apoyo internacional. El resultado de ayer, unido a últimas oleadas de disidentes dentro del Consejo Nacional Sirio (CNS), la organización paraguas que agrupa el mayor número de opositores, ponen en dificultades este objetivo. El desencanto por el liderazgo, la falta de democracia en los procesos internos y sobretodo, el excesivo peso de los Hermanos Musulmanes dentro del CNS son los principales motivos que alegan los disidentes para abandonar la organización.
La falta de consenso dentro de los miembros de la oposición se pudo observar desde el inicio en Estambul. Comenzó con Haitham al Maleh. Maleh, un letrado sirio y activista histórico que pasó varios años en prisión durante la era de Asad y de su padre, abandonó la reunión tras el discurso inaugural del presidente de CNS, Burhan Ghalioun. Según Maleh, el CNS está acaparando demasiado poder y obvia las peticiones de los otros grupos opositores. “ Quiero ver al consejo comportarse de una forma democrática. Hasta ahora se están comportando como el Partido Baath (el partido de El Asad)” aseguró Maleh, que abandonó el CNS hace un mes, a Reuters
Después llegó el turno a los partidos kurdos, que protestaron por la negativa de CNS a abordar de forma explícita sus deseos de tener una región federal–autónoma en el Siria post-Asad. “ Si no llegamos a un acuerdo ahora, estas cuestiones serán más complicadas después de la caída del régimen” aseguró Abdulhakim Basar, del Consejo Nacional Kurdo, a Reuters. “Tenemos miedo de una posible guerra interna entre las diferentes facciones sirias. Por eso preferimos llegar a un acuerdo para evitarlo. Siria tiene que ser para todos los sirios sin discriminación”, dijo Abdulhakim Basar
Horas antes, el presidente del Consejo Nacional Sirio, Gahlioun, había anunciado un plan de acción del Consejo que incluye el respaldo internacional a las protestas pacíficas así como el envío de armamento a los combatientes del Ejercito Sirio Libre. Gahlioun también abogó por la adopción de un “juramento nacional” en el que toda la oposición se comprometiera a la creación de un Estado democrático, basado en la reconciliación nacional y no en la búsqueda de venganza. El proyecto se quedó sin apoyos fuera del CNS. La heterogeneidad de posturas de la oposición paraliza la adopción de cualquier propuesta conjunta. Peor aun, alimenta los temores de que Siria pueda padecer un conflicto sectario tras la caída del gobierno de Bachar el Asad.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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