El Gobierno alemán ha expulsado este jueves por la mañana a cuatro diplomáticos sirios, dos días después de que la Fiscalía federal detuviera en Berlín a dos presuntos espías acusados de rastrear a opositores del régimen de Damasco. Los representantes diplomáticos sirios tienen que abandonar Alemania en los próximos días. Se trata de tres hombres y una mujer, todos ellos empleados en la Embajada de Siria en la capital alemana.
El ministro de Exteriores Guido Westerwelle relaciona la expulsión con las detenciones del martes. Sospechan que los cuatro expulsados desarrollaban actividades “contrarias al derecho diplomático”, si bien no hay indicios de que usaran ningún método “más allá del espionaje”. Se investiga si se implicaron en otras actividades delictivas, en cuyo caso habrá nuevas medidas.
Las autoridades creen que los supuestos agentes secretos detenidos el martes llevaban años buscando a opositores al régimen de Bachar el Asad residentes en Alemania. Uno de los detenidos tiene nacionalidad alemana, pero tras la detención trascendió que ambos mantenían contactos con la Embajada. Tras la operación policial, en la que se registraron las viviendas de los detenidos y las de otros seis sospechosos, Westerwelle llamó a consultas al Embajador sirio. El Ministro declaró que Alemania “no permitirá ningún tipo de coacción” contra ciudadanos sirios en su territorio.
Una nota del ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, apunta que "el embajador de Siria ha sido informado sobre esta medida" y recuerda que el jefe de la legación fue convocado el día 7 para comunicarle que Alemania no tolerará actuación alguna contra la oposición siria en su territorio.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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