Home » Promesas Rotas y Venta de Sueños.
New York, Por, Lissette García,
No es para nadie un secreto que en el transcurso de las elecciones del 2008, cuando el entonces candidato a la presidencia de la Unión Americana, Barack Obama, en plena campaña, hiso una serie de promesas a los votantes hispanos, vendiendo sueños sobre una reforma inmigratoria, promesas que nunca se cumplieron. Por el contrario se recrudecieron las persecuciones a los inmigrantes ilegales.
A tal grado, que hasta ahora en la historia de los Estados Unidos, durante el gobierno que dirige el presidente Barack Obama, ha roto los records de deportaciones. El voto hispano es muy importante y determinante en las elecciones de esta gran nación, pero desgraciadamente nos encontramos en un callejón sin salidas. Tenemos solo dos opciones, Republicanos y Demócratas.
Los Republicanos se han mostrado tajantemente radicales, en cuanto a lo que refiere el tema de una reforma inmigratoria, han dicho claramente, ”NO”, y lo han manifestado abiertamente, incluso han llegado a expresar su determinación de hacer deportaciones masivas, y incluso vetar la ley Dream Act.
Mutilando de esta manera la esperanza de tantos estudiantes, que solo buscan una oportunidad de superación, incluso de alcanzar el famoso, “Sueño Americano”.
El futuro no pinta nada bueno, para más de 11 millones de indocumentados, que esperan ansiosamente ver un rayo de luz, pues el entorno pinta cada vez más oscuro. El presidente Barack Obama, hace unos días manifestó su deseo de reunificar a las familias, que hasta ahora han sido desmembradas, separando a padres e hijos. Pero la pregunta del millón es, no será esta una nueva estrategia política de campaña, para tratar de conseguir la confianza del voto hispano.
Sería como utilizarnos de nuevo como conejillos de india. Qué pasaría si todos los hispanos decidieran no ir a las urnas este 6 de noviembre, de todas maneras estamos atrapados, pues ni uno, ni el otro, nos dan ningún tipo de seguridad, solo reina la incertidumbre. En manos de Dios quedamos, pues es el único que en realidad está de nuestro lado.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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