Home » internacionales, noticias » Amanda Knox, ¿asesina o víctima?, la justicia Italiana decidira su suerte
Unas horas antes del asesinato, ocurrido la madrugada del 2 de noviembre de 2007, un romano recibió un mensaje anónimo en el móvil que decía: “Para mí, esta tarde o mañana Meredith muere”. No mucho después, el muchacho y toda Italia se enteraban de que, en Perugia, una universitaria norteamericana y su novio italiano habían sido detenidos por asesinar de 43 puñaladas a Meredith Kercher, una estudiante británica de 21 años. La policía no tardó en comprobar que el misterioso mensaje nada tenía que ver con el caso —se refería a la protagonista de una película de cine—, pero para entonces las cámaras ya se habían enamorado del bello rostro de Amanda Knox, de 20 años, natural de Seattle y compañera de piso de Meredith. ¿Era posible que alguien de aspecto tan cándido pudiera haber cometido un crimen tan brutal?
Dos años después, en diciembre de 2009, un tribunal de Perugia respondió que sí y condenó a Amanda a 26 años de cárcel y a su entonces novio, Raffaele Sollecito, a 25. Otro amigo de ambos, Rudy Guede, natural de Costa de Marfil, ya había sido condenado en un juicio rápido a 30 años de prisión, aunque finalmente su pena fue rebajada a 16. El jurado, formado por dos jueces y seis ciudadanos, creyó la versión de los hechos expuesta por los fiscales Giuliano Mignini y Manuela ComodiLa noche entre el 1 y el 2 de noviembre de 2007, los tres condenados llegaron juntos al piso de vía della Pergola donde ya se encontraba la joven Meredith: “Knox, Sollecito y Guede, bajo el efecto de estupefacientes y quizá del alcohol, decidieron llevar a cabo el proyecto de implicar a Meredith en un fuerte juego sexual”. Según los fiscales, la joven inglesa trató de negarse, pero la agresión desembocó “en un crescendo incontrolado, imparable, de violencia y juego sexual que acabó con la muerte de la muchacha británica”. Según la sentencia, que hoy tendrá que validar o dejar sin efecto la corte de apelación de Perugia, fue Amanda Knox la autora de la cuchillada mortal mientras su novio, Raffaele Sollecito, de 23 años, sujetaba a Meredith. “Meredith fue asesinada de forma impresionante por tres furias desencadenadas”. El marfileño Guede fue, según la sentencia, el autor de la violación.
En buena parte por la telegenia de la principal acusada, el proceso ha sido seguido con pasión en Estados Unidos, Reino Unido e Italia. Más de 400 periodistas se han acreditado para seguir el desenlace en Perugia. En la vista, Knox ha asegurado que es inocente: "Soy la misma persona que hace cuatro años", ha afirmado en el tribunal, temblando y a punto de echarse a llorar. "Perdí a una amiga, de la forma más brutal e inexplicable. Estoy pagando con mi vida por cosas que yo no hice", ha afirmado.En sus alegaciones, Sollecito ha afirmado hoy: "Soy un don nadie, pero ahora ellos quieren que un don nadie pase el resto de su vida en la cárcel".
La defensa de Amanda Knox pide la libre absolución de la joven: “No hay móvil, no hay pruebas de la presencia de los muchachos en la escena del crimen, no hay arma del delito, no hay nada”. Los fiscales, en cambio, pretenden que la condena sea elevada a perpetuidad. Se siguen basando en los restos de ADN de los jóvenes encontrados en el arma del crimen —un cuchillo de cocina hallado en la casa de Raffaele Sollecito— y en las declaraciones contradictorias y a veces malvadas de la joven Amanda Knox, que llegó a acusar del crimen a Patrick Lumumba, un músico congolés que fue detenido y posteriormente puesto en libertad al comprobarse que nada había tenido que ver.
Al ser interrogado por la condena de la joven norteamericana, Lumumba dijo: “Siento piedad por Amanda, pero las suyas son lágrimas de cocodrilo”. La corte de apelación decidirá ahora si el rostro de Amanda es el de un ángel —víctima de una mala investigación— o el de un demonio igualmente bello.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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