La policía argentina ha detenido en las últimas horas a cinco personas sospechosas de complicidad en el rapto y asesinato hace dos semanas de una niña de 11 años en Buenos Aires. Uno de los detenidos es la dueña de una casa donde, según la policía, estuvo cautiva Candela Rodríguez, cuyo cadáver fue hallado dentro de bolsas de plástico en un terreno baldío vecino a una autopista de la periferia de Buenos Aires el miércoles pasado, nueve días después del secuestro.
Unos 1.500 policías habían sido movilizados en busca de Candela mientras se ofrecía una recompensa de 100.000 pesos (unos 16.800 euros) a quien diera pistas de su paradero y la Red Solidaria llevaba a cabo una campaña con el apoyo de famosos, entre ellos el actor Ricardo Darín y el cineasta Juan José Campanella.
Los portavoces policiales han señalado que los cinco detenidos serán interrogados hoy por el juez a cargo del caso como sospechosos de complicidad y encubrimiento del secuestro y asesinato de Candela, quien había sido raptada cerca de su casa en la localidad de Hurlingham, a 25 kilómetros al oeste de la capital argentina.
Aún no se ha determinado el móvil de este crimen, que causó un dolor y una gran indignación popular que se vieron reflejados la semana pasada en las redes sociales Twitter y Facebook, donde se multiplicaron las peticiones a la presidenta argentina, Cristina Fernández, para que se castigue a los responsables.
En la casa de la mujer detenida, también situada en Hurlingham, han sido hallados rastros del cautiverio de la niña, quien murió por asfixia y no fue víctima de abuso sexual, determinaron la semana pasada los médicos forenses en la autopsia.
La policía se ha incautado de un furgón que está siendo sometido a diversas pruebas para determinar si se trata del vehículo utilizado para el secuestro de la niña o el traslado de sus restos al terreno baldío donde fueron hallados entre montículos de basura.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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