El popular barrio de Tottenham, en el norte de Londres, ha vivido una larga noche de tensión y violencia entre manifestantes y la policía solo comparable a los disturbios que se vivieron en 1985. Los incidentes de anoche se iniciaron de forma todavía nada clara cuando una manifestación pacífica frente a la comisaría de policía local derivó en escenas de violencia callejera, incendios y pillaje. Los manifestantes exigían explicaciones a la policía por la muerte, el jueves, de un joven de 29 años, Mark Duggan, abatido a tiros por un agente cuando iba a ser detenido. Una decena de policías han resultado heridos y 42 personas han sido arrestadas en relación con los disturbios, según ha declarado en rueda de prensa el comandante Adrian Hanstock.
Las zonas donde se desarrollaron anoche los principales incidentes están todavía acordonadas por las fuerzas de seguridad. Un autobús, varios vehículos de la policía y algunos comercios fueron incendiados, provocando escenas espectaculares. Tottenham se convirtió un campo de batalla con enfrentamientos entre cientos de jóvenes y policías antidisturbios.
La violencia vivida anoche ha provocado sentimientos encontrados entre los residentes de una comunidad con la que se sienten fuertemente identificados y que sufre graves problemas de pobreza, superpoblación y desempleo y con relaciones particularmente difíciles con la policía.
"Hay muy buena gente aquí. El pillaje no formaba parte de la manifestación. Ha venido gente de todo Londres para 'unirse' y la comunidad en la que vivo ha sido arruinada", escribía esta mañana en la página web de The Guardian un residente local que vive junto enfrente de la comisaria ante la que empezaron los incidentes. "Ahora, más allá de mi ira, me siento triste, terriblemente triste", añade. "El tema no es solo la policía, sino la violencia sin sentido y las agresiones de jóvenes descontentos que se sienten alienados y no solo en Tottenham. Mientras tanto, la gente que conozco, las tiendas a las que voy, mis vecinos, han visto sus vidas desgarradas y la comunidad en que vivo, arruinada por la pobreza y el paro, se ve aún más marcada por la mala fama y los prejuicios".
Tanto Downing Street como la ministra del Interior, Theresa May, han condenado esta mañana con enorme dureza los incidentes de anoche. El diputado local, el laborista David Lammy, también ha condenado la violencia, pero ha hecho también llamamientos a la calma. "Esto se ha de parar. No se pueden hacer paralelos con lo que ocurrió en 1985. Aquello fue un ataque a la policía. Esto ha sido un atraque a Tottenham y a sus vecinos, a sus comerciantes", ha declarado. Pero ha pedido también que se aclaren las circunstancias de la muerte de Mark Duggan, desencadenante inicial de los incidentes.
Todo empezó poco después de las ocho de la noche, cuando la manifestación de cientos de vecinos que protestaban pacíficamente ante la comisaría de Tottenham para protestar por la muerte de Duggan se convirtió en una orgía de violencia. Los incidentes duraron toda la noche y se extendieron por amplias zonas del barrio.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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