No hay respiro para las Bolsas. Los principales índices europeos han terminado la sesión con importantes pérdidas. El optimismo que se vivía esta mañana en los mercados de deuda después de que el Banco Central Europeo (BCE) anunciara la compra de bonos de España e Italia no se ha trasladado a los mercados de renta variable. En Europa, las principales Bolsas han sufrido agudas caídas, que varían entre el 3,4% que se ha dejado Londres, el 4,6% que ha perdido París y el 5% de Fráncfort. Milán y Madrid han sido dos de las menos castigadas: la Bolsa italiana ha perdido el 2,35% y el Ibex ha registrado una caída del 2,4%. Así, el selectivo español se sitúa por debajo de los 8.500 puntos, un nivel al que no se registraba desde abril de 2009. La rebaja de la calificación de EE UU por parte de Standard & Poors hacía prever un lunes intenso en los mercados. Wall Street tampoco ha defraudado y está digiriendo con dificultad la retirada de la triple A. Ante el derrumbe generalizado de las Bolsas, el presidente estadounidense, Barack Obama, está compareciendo ahora mismo para refereirse a la complicada situación.
"Nos hemos visto lastrados por Estados Unidos a pesar de que el Ibex ha llegado a subir el 4% tras la noticia de que el BCE compraba bonos españoles e italianos. Una vez descontado este anuncio, Madrid y Milán se han dejado lastrar por el resto del mercado", señala Soledad Pellón, analista de IG Markets. "La sesión en Estados Unidos ha comenzado muy volátil, con caídas de hasta el 3% en el SP500 y el Dow Jones en una jornada marcada por la rebaja del rating de la deuda estadounidense y la reunión de mañana de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED)", añade.
Los principales mercados de referencia europeos y estadounidenses han prorrogando los descensos de la pasada semana tras el recorte de la nota de solvencia a Estados Unidos, el aviso de Standard & Poor's de que puede volver a rebajar la nota y el temor a unfrenazo en la economía internacional. Además, arrastradas por el rojo dominante en los principales índices del Viejo Continente, Madrid y Milán, que han logrado mantener el verde durante buena parte de la mañana, han acabado también dándose la vuelta a medida que se acercaba la apertura de Wall Street, cuyos futuros apuntaban a más caídas. Una previsión que se ha confirmado con una apertura de los principales índices estadounidenses en rojo. En agosto, las Bolsas suelen vivir jornadas de volatilidad en verano debido al menor movimiento de capitales.
En los mercados de divisas, el euro también cambiaba de tendencia a la misma hora y el dólar, que ha llegado a cambiarse por 1,43 unidades del billete verde, ha regresado a los 1,42 del viernes.
En cuanto a Estados Unidos, los tres principales índices del mercado neoyorquino se dejan cerca de un 2% en la apertura de una jornada y una semana que se espera volátil. Caídas que se producen a pesar de que el Banco Central Europeo anunciara la compra de bonos de España e Italia.
El Dow Jones se dejaba un 1,7% en la primera hora de sesión en el parqué neoyorquino. Un 2,2% lo hace el S&P 500 y un 2,3% el Nasdaq. Esto a pesar de que los operadores en la plaza neoyorquina se inclinan por pensar que la rebaja a la doble A es más bien simbólico y creen que el impacto será marginal siempre y cuando Moody's o Ficht no sigan los pasos de S&P. Hasta entonces, el oro se consolida como puerto seguro, hasta el punto de haber tocado el nivel de los 1.700 dólares la onza.
El índice de volatilidad del mercado de Chicago, considerado como el barómetro del miedo que domina en el mundo de las finanzas, está en los 36 puntos tras subir un 16%. Otro de los factores que explican la caída del Dow Jones es el desplome del 7% en las acciones de Bank of America, que se le acumulan los problemas legales por el empaquetado de hipotecas basura. Ahora es la aseguradora AIG la que le reclama una compensación multimillonaria por las pérdidas que sufrió.
Esta noche, las Bolsas asiáticas han registrado pérdidas ya que pese a la mejora en la crisis de deuda del euro, el futuro que afronta la economía internacional sigue siendo incierto por las noticias que llegan de EE UU. El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio, que ya el viernes cayó un 3,72%, abrió con un descenso del 1,48% para continuar la sesión hasta caer un 2,18%. Seúl, que abrió con una caída 1,4% y llegó a perder un 6,3% a media sesión, se ha llevado la peor parte y ha caído un 3,8%, mientras que las Bolsas de Shangái, Sydney y Bombay han descendido más de un 3%.
En otra señal de que hay que mantener la prudencia frente a la euforia que se vivía en Europa, los inversores han seguido trasladando su dinero de la deuda estadounidense a otros valores considerados como refugio, que es el caso del oro. Gracias a esta tendencia, el precio de la onza para entrega en diciembre ha tocado esta mañana los 1.697 dólares, su nivel más alto de la historia.
También en las materias primas el petróleo sufría por las previsiones de un menor crecimiento de lo esperado, lo que necesariamente incidirá a la baja en el consumo de carburantes. En consecuencia de esta menor demanda prevista, el precio del barril de brent, el de referencia en Europa, cae alrededor de tres dólares hasta los 105, con lo que regresaba a niveles de finales de junio. En el caso del petróleo Texas, que es el de referencia en EE UU, el descenso ha sido más acusado. De hecho, el barril de este tipo de crudo se vende a su precio más bajo en ocho meses después de bajar hoy a 84 dólares
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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