El desempleo sigue en crecimiento en los Estados Unidos

Wall Street ya rebajó durante los últimos días sus proyecciones, desde los 195.000 iniciales hasta los 165.000 nuevos empleos. Los inversores han optado ser algo más cautos a la vista de los pobres datos que están emergiendo del lado de la economía, que confirman que EE UU está en la senda de una desaceleración severa. Para la tasa de paro, el consenso de mercado la rebajaba al 8,9%. Pese a que la realidad ha sido peor que todo eso, la Bolsa neoyorquina, aunque ha abierto en rojo, no ha sufrido grandes caídas. Así, a medida que avanzaba la sesión, moderaba las pérdidas de primera hora al 0,64%.

Claramente, la cosa ha sido peor y la generación de empleo ha vuelto a nivel de septiembre de 2010, cuando la Reserva Federal preparaba la segunda ronda de estímulos monetarios. El sector privado generó a penas 83.000 empleos, frente a los 251.000 empleos del mes de abril, lo que supone el dato más débil desde junio. El sector público, que está recortando gastos, destruyó 29.000 puestos de trabajo.

Además, el dato hubiera sido peor de no ser por los McJobs. El pasado 19 de abril, la cadena de comida rápida contrató en un solo día a 62.000 personas. Eso fue una semana después de que el Gobierno realizara sus cálculos sobre el estado del mercado laboral de abril, por lo que el efecto de la ola de contratación de la compañía se muestra por primera vez en el dato de mayo.

La ansiedad por un empleo llega a tal punto entre los casi 13,9 millones de parados en EE UU, que McDonald's tuvo que elevar en un 20% la cifra que tenía en mente. Y eso es una muestra también de la calidad del empleo que se está generando en EE UU, ya que desde hace décadas el término McJobs se asocia con puestos de trabajo mal remunerados y de baja formación.

Se mire por donde se mire, el indicador no tenía un solo detalle positivo. De ese total de parados, el 45,1% llevan más de seis meses sin encontrar un puesto de trabajo. Hay 2,2 millones que ni siquiera buscan y 8,5 millones que están forzados a trabajar a tiempo parcial. Y los que tienen un empleo, están viendo que sus salarios están estancados cuando se tiene en cuenta la inflación.

El dato de empleo se suma al debate en Wall Street sobre si la Reserva Federal se verá forzada a adoptar un nuevo paquete de estímulos monetarios si el parón en el crecimiento no es temporal. El próximo 21 y 22 se reúne la Fed para definir la estrategia a seguir. Los datos de las últimas semanas muestran un claro debilitamiento en la actividad económica.

La secretario de Empleo, Hilda Solis, considera el pobre dato de mayo en EE UU como "un bache en el camino". "Vamos en la buena dirección", ha añadido. Para ver el vaso medio lleno se fija en los 200.000 empleos de media generados durante los últimos cuatro meses y en los 2,1 de empleos generados por el sector privado en los últimos 15 meses. Y aunque se declara optimista, admite que "hay que hacer más".

En cualquier caso, las dificultades para reducir el paro complican las cosas al presidente norteamericano, Barack Obama, con vistas a su reelección. Ningún presidente en la historia de EE UU ha logrado volver a ganar las elecciones con una tasa de paro superior al 8%, aunque a Obama le queda año y medio hasta los comicios, que tendrán lugar en noviembre de 2012, para impulsar la recuperación del mercado laboral.

Sin embargo, para que la economía de Estados Unidos reduzca el paro de una forma sostenida (esto es, que sea capaz de absorber a la gente que entra en el mercado laboral en busca de un empleo) necesitaría crecer en torno al 5% en tasa anualizada, cuando en el primer trimestre de este año apenas lo hizo en un 1,8% y se espera que en el segundo solo supere ligeramente el 2%.

Lissette Garcia

RosasSinEspinas