El presidente del Gobierno y actual líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se siente desautorizado y debilitado internamente tras la propuesta lanzada ayer por el
lehendakari Patxi López y ha decidido actuar con rapidez para intentar frenar esta situación de sangría que vive estos días el partido tras el varapalo electoral sufrido el domingo. Esta mañana, antes de las nueve, Zapatero decidió llamar por teléfono a López y mantuvo con él una charla lo suficientemente larga como para que ambos interlocutores tuvieran tiempo para exponerse claramente sus ideas muy contrapuestas de cómo afrontar ahora una salida lo mejor posible para el PSOE. No opinan lo mismo. Y tras la conversación se constata que mantienen ambos sus posiciones. Zapatero no quiere ahora un congreso. López no quiera ahora solo primarias.Zapatero le ha pedido a López que retire su propuesta de convocar un congreso cuanto antes para analizar en profundidad qué le ocurre al PSOE y el líder del PSE le ha replicado que con las primarias solo no le basta. Que quiere que se produzca un debate real y a fondo en el partido. Y ha añadido que históricamente el PSOE siempre ha resuelto estas situaciones con un congreso. López, consciente de los requerimientos de Zapatero, especialmente sobre lo complicado del contexto económico por el que pasa España, ha accedido a mantener en suspenso su petición de un congreso. Pero no la ha retirado formalmente.
Quiere ver cómo transcurre la semana, qué dicen otros barones y líderes del partido y, sobre todo, quiere escuchar a la cúpula del PSOE en la estratégica cena que se celebrará el viernes antes del Comité Federal. Zapatero le ha prometido que buscará “fórmulas” para hacer compatible primero la celebración de primarias para elegir al nuevo candidato del PSOE para las generales de 2012, que deben arrancar en ese comité, con la puesta en marcha de una discusión en serio sobre qué tipo de discurso deben articular los socialistas de cara al futuroPor tanto, no hay una solución aún cerrada sobre los procedimientos que utilizarán los socialistas para elegir a su nuevo candidato electoral para los comicios de 2012. José Luis Rodríguez Zapatero sí le ha reiterado a López su preferencia por las primarias ya que un congreso, como han pedido el
lehendakari y otros barones, alargaría demasiado el tiempo que los socialistas emplearían en hablar de sí mismos en esta difícil coyuntura. Ahora bien, López y otros barones territoriales no tiran la toalla y aceptarían, en principio, que no hubiera un congreso siempre y cuando se produzca un debate de ideas y de renovación del proyecto político e ideológico y no una mera sustitución de Zapatero al frente de la candidatura de los socialistas para las próximas elecciones. ¿Cómo se hace eso? No se sabe. Ni Zapatero ni López barajaron en la charla de esta mañana esas fórmulas. Podría ser una conferencia política. Podría ser el congreso en otras fechas.
El mensaje del 22-M
Este es el espíritu y la letra de la conversación que en torno a las ocho y media de la mañana han mantenido el presidente del Gobierno y el
lehendakari. La iniciativa fue de Zapatero un día después de que el político vasco, en nombre de la ejecutiva del PSE lanzara la idea de celebrar un congreso. Esta propuesta la hizo López y los socialistas vascos a pesar de conocer que en la ejecutiva federal del día anterior Zapatero comunicó que el próximo sábado en la reunión del comité federal haría una propuesta sobre el procedimiento para celebrar primarias. Para algunos miembros de la ejecutiva, esta petición de congreso de López, avalada por el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, y el secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, entre otros,se podría traducir como órdago o desafío hacia Zapatero. El mero hecho de proponer un congreso lleva implícito necesariamente la sustitución de Zapatero por otro secretario general.Una de las espoletas que lanzó a López a mantener esa postura fue el debate que se produjo el lunes por la tarde en la ejecutiva del PSE en Bilbao. López y su equipo no dieron crédito a las informaciones que les llegaron de cómo se había desarrollado por la mañana en Ferraz la Ejecutiva Federal del PSOE. Constataron que el partido, su partido, el PSOE, no había entendido bien el mensaje de las urnas del domingo. Concluyeron que algunos en la dirección del PSOE querían solucionar los problemas con más de lo mismo.
Y, en todo caso, con unas primarias para resolver quién debía encabezar el proyecto para las generales de 2012. Y López sostiene que ese no es el problema. Que más importante que el quién es el qué. Lo expresó así luego en su discurso de ayer ante la prensa. Aunque el día anterior no había precisado ante los suyos que llegaría a pedir públicamente la convocatoria de un congreso.
Ahora toda esta crisis queda pendiente, en primer lugar, de la discusión que sobre todas estas cuestiones mantendrán los barones en la noche del viernes con Zapatero y José Blanco. Esta convocatoria se ha producido después de que López pidiera el congreso con el objetivo claro de Zapatero de no llegar al comité federal del sábado con una situación imprevisible y sin saber qué se puede encontrar.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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