Tokyo Electric Power (Tepco) , la empresa operadora de la central nuclear de Fuskushima, accidentada por el terremoto de 9 grados y el posterior tsunami que arrasó el noreste de Japón el 11 de marzo, ha reconocido que las barras de combustible de los reactores 2 y 3, están parcialmente fundidas. Después del tsunami, la central nuclear quedó sin suministro eléctrico, que no pudo ser reestablecido porque el sistema había quedado destrozado, lo que provocó la situación actual.
Aunque el Gobierno y algunos expertos internacionales ya habían hablado de esta fusión parcial, la copmañía operadora sólo lo había confirmado en el reactor 1. No ha sido hasta ahora cuando Tepco ha reconocido que los tres reactores que estaban en funcionamiento cuando ocurrió la catástrofe resultaron dañados. "En las primeras etapas de la crisis Tepco seguramente intentó evitar el pánico", analiza Koichi Nakano, profesor en la Universidad Sophia citado por Reuters. "Ahora la gente se ha acostumbrado a la situación, a pesar de que no se ha resuelto nada, por lo que la noticia tendrá un impacto menor".
Esta información confirma que los tres reactoresque estaban activos en el momento del accidente sufrieron fusiones parciales cuando se quedaron sin refrigeración, aunque según Tepco estos hallazgos probablemente no empeorarán la ya grave crisis. A mediados de marzo, Japón reconoció que la central había sufrido problemas incluso en el reactor 4, que no estaba en funcionamiento en el momento del desastre (no tenía combustible).
La empresa ha admitido que la mayor parte de las barras de combustible usadas dentro de los reactores 2 y 3 se fundieron unos cuatro días después de la catástrofe, y que las vasijas de presión donde están encapsuladas podrían sufrir daños. Esto supondría que el agua usada para enfriarlos, altamente radiactiva, se estaría vertiendo a la vasija de contención primaria de las unidades.
A mediados de este mes Tepco ya anunció que la mayor parte de las barras de combustible en el interior del reactor 1 sufrieron una fusión horas después del desastre y perforaron la vasija de presión e incluso la de contención primaria, por lo que el agua estaría inundando el edificio que contiene la unidad. Ahora se sospecha que lo mismo pudo suceder en las unidades 2 y 3 de la planta. El 12 de abril Japón reconoció que la crisis había alcanzado el mismo nivel que el accidente de Chernóbil, hasta ahora el más grave de la historia.
La compañía anunció el 17 de mayo que cambiaría su plan de inundar con agua los reactores afectados para enfriarlos. La crisis parece eternizarse: esperan restaurar su refrigeración en verano y llevarlos a un estado de "parada fría" para enero de 2012.
El Gobierno abre una investigación sobre el accidente
Mientras tanto, el Gobierno japonés ha aprobado hoy la creación de un nuevo equipo independiente que investigue la crisis que sufre la central. Yotaro Hatamura, profesor emérito de la Universidad de Tokio, dirigirá este nuevo equipo, que tiene permiso para acceder a los documentos en los que se detalla el accidente e interrogar a las personas relacionadas con la crisis, incluidos los operadores de la planta y miembros del Ejecutivo, ha informado el subsecretario del Gobierno, Yoshito Sengoku.
Hatamura, junto con los otros miembros del equipo, la mayoría académicos, deberá presentar en diciembre un anteproyecto del informe con todos los problemas de la crisis nuclear y, en verano de 2012, se dará a conocer el documento completo. El equipo deberá realizar recomendaciones para reducir el impacto del accidente nuclear sobre los habitantes que tuvieron que abandonar sus hogares por estar cerca de la planta nuclear.
RosasSinEspinas
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