En la madrugada de hoy, la compañía Tepco, dueña de la planta japonesa, anunció que había conseguido detener la filtración de agua radiactiva del reactor 2, sin embargo, horas después los técnicos estadounidenses que colaboran con Tepco, señalaron que las amenazas a las que se enfrenta ahora la central no son pocas. La evaluación confidencial realizada por la Comisión Reguladora Nuclear, y a la que ha tenido acceso el diario The New York Times, indicó que las medidas tomadas hace algunas semanas para controlar la crisis nuclear empezarán a tener serios efectos en la planta.
Entre las nuevas amenazas resalta la fragilidad de las estructuras de contención de los reactores, ya que al llenarse de agua radiactiva son más vulnerables a romperse en caso de un nuevo sismo.
El documento cita la posibilidad de que se produzcan explosiones dentro de los reactores debido a la liberación de hidrógeno y el oxígeno del agua de mar bombeada a los reactores.
El Mundo, de España, publicó que la evaluación sugiere que los fragmentos de combustible de las piscinas han aumentado y han afectado gravemente a los trabajadores. El escape de radiactividad, que pudiera haber ocurrido durante una de las explosiones de hidrógeno, puede provocar aún más fugas radiactivas.
"Esto pinta un panorama muy diferente, y sugiere que las cosas están mucho peor de lo que imaginamos. Todavía podría haber daños más graves si algunas de estas previsiones no funcionan", aseguró David A. Lochbaum, un ingeniero nuclear experto en el tipo de reactores que hay en Fukushima.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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