Concepto del tiempo para el pensador Aditivo

"Puedo dejarlo en el tiempo que yo quiera."

Si hubiera un concurso para la frase más común usada por los adictos, ésta sería la ganadora.

Cualquiera que haya observado a los adictos sabe que ellos "paran" en innumerables ocasiones y hacen innumerables resoluciones.

La abstinencia puede ser por horas, días o, en algunos casos, semanas. Pero, normalmente, en poco tiempo la práctica activa de la adicción se reanuda. Este círculo vicioso puede continuar durante años.

Los adictos simplemente son incapaces de parar en el momento que lo deseen. Otros pueden ver esto, pero el adicto no. Los familiares y amigos pueden estar confundidos, preguntándose:
¿Cómo puede una persona insistir en que le es posible parar en cualquier momento, cuando obviamente no es cierto?
Incluso terapeutas experimentados, acostumbrados a este razonamiento, pueden preguntarse:
¿Cómo puede una persona inteligente estar tan completamente ajena a la realidad?
¿Cómo intelectuales de primer orden, mujeres y hombres con cargos de gran responsabilidad, que pueden analizar y conservar datos científicos, no pueden sumar dos más dos en cuanto a su uso adictivo de sustancias químicas?

La respuesta está en la comprensión del pensamiento adictivo.
Los adictos pueden no parecer tan ilógicos como aparecen la primera vez si entendemos una cosa:


El Concepto del Tiempo para el Pensador Adicto.


A los adictos les parece tener buen sentido común de sí mismos y de otras personas cuando dicen:

"Yo puedo dejarlo en el tiempo que yo quiera".
Un adicto, simplemente tiene un concepto diferente del tiempo, que un no adicto.

Para todos, el tiempo es variable. Bajo ciertas circunstancias, unos pocos minutos pueden parecer una eternidad, mientras que en otras circunstancias, semanas y meses parecen haber durado sólo unos minutos.

Los adictos que afirman que pueden salirse en cualquier tiempo realmente creen que es la verdad.

¿Por qué? Debido a que al abstenerse durante un día o dos, la adicción ha sido detenida por un "tiempo".

En efecto, habiéndose abstenido a menudo durante varios días, los adictos pueden preguntarse por qué otros no pueden darse cuenta de lo obvio: Que ellos pueden parar en cualquier "tiempo".

Puedes decirle al adicto, "No, es obvio que tú no puedes parar en el tiempo que lo desees". Tu declaración y la del adicto, aunque aparentemente contradictorias, son ambas verdad.

La clave es que cada persona está usando la palabra “tiempo” de manera diferente.

El futuro en minutos y segundos
Para el adicto, el tiempo se puede medir en minutos o incluso segundos. Ciertamente, en la búsqueda de los efectos de una sustancia química, el adicto piensa en términos de minutos. Los adictos son intolerantes a la demora para el efecto buscado. Todos los adictos a sustancias se acostumbran a que sus efectos se produzcan en cuestión de segundos o minutos.

Me he prometido hacer un día el siguiente experimento.

Voy a tomar un frasco de vidrio grande y llenarlo con cápsulas multicolores. A continuación, voy a hacer correr la voz en la calle de que he recibido un envío de "cosas" de América del Sur que son mejores que todo lo que nadie haya probado alguna vez.

Por qué?, porque te dan un "High" muy superior a la heroína y la cocaína combinados!

"Wow!" Dirán los adictos. "Eso debe costar mucho dinero."

"No, esa es la mejor parte de ella. A dos dólares la dosis."

"Debes estar bromeando. Solo a dos dólares?"

"Te lo juro por Dios, y es lo máximo."

"Dame cien dólares".

"Con mucho gusto. Pero hay una cosa que debo decir en primer lugar.

El "High" es el mayor en el mundo, pero no te dará sino hasta después de cuarenta y ocho o setenta y dos horas."

"No, ¿qué?"

"Se tarda entre dos a tres días para desarrollar el "High", pero luego es simplemente lo más grande que jamás hayas experimentado."

El cliente retrocede. "¿Quién quiere esa basura?. Quédatela!"

Los adictos me cuentan que no comprarían un medicamento, independientemente de su gran eficacia y su bajo costo, si hubiera un retraso en el inicio de su acción.

Parte de la adicción es la inmediatez del "High". El retraso no está dentro del marco de referencia del adicto.

El adicto piensa en el futuro, pero sólo en términos de momentos, no en años. Al beber o usar otras drogas, los adictos no piensan en las consecuencias: el resplandor, una sensación de euforia, la relajación, el desapego del mundo, y tal vez el sueño. Estas consecuencias se producen en unos pocos segundos o minutos después de beber o de usar, y esos pocos segundos o minutos son lo que constituyen el "tiempo" para el adicto. La cirrosis, daños cerebrales, pérdida de trabajo, pérdida de la familia, u otras consecuencias graves vienen como resultado de un proceso largo y no es probable que se produzca en cuestión de minutos. Así que simplemente no existen en el pensamiento del adicto.

Cuán diferente es el alcohólico del fumador, que corre el riesgo de las consecuencias de los graves problemas circulatorios, enfermedades del corazón, el enfisema y el cáncer?
Los efectos destructivos de beber o usar otras drogas pueden ocurrir mucho antes que los de fumar, pero tanto el bebedor como el fumador son ajenos al futuro. Del mismo modo, las personas que participan en conductas sexuales de riesgo pueden correr graves riesgos con su salud, pero de nuevo las consecuencias están en un "futuro" que no está dentro de su concepción del tiempo.

Extracto de:
"El Pensamiento Adictivo" por Abraham J. Twerski, Ph.D. Abraham Twerski es fundador y Director Emérito Médico del Centro de Rehabilitación Gateway en Pittsburgh, Pennsylvania. Un rabino, psiquiatra, y consejero de la dependencia química, él es el autor de numerosos artículos de revistas y libros, incluyendo:
"Auto-descubrimiento en la Recuperación",
"Yo no pedí estar en esta familia: las relaciones entre hermanos y cómo se forma el comportamiento de adultos y sus dependencias";
"Sin un trabajo, ¿Quién soy yo?"
y, con el dibujante de Rabanitos, Charles Schulz,
"Cuando hacer que comiencen las cosas buenas?"

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