BUENOS AIRES.- El gobierno argentino afirmó hoy que el bloqueo que impidió el domingo la circulación del diario "Clarín", crítico con el oficialismo, se debió a un conflicto laboral y no fue un ataque a la libertad de prensa, como denunciaron autoridades del periódico, opositores y entidades periodísticas.
El medio volvió a circular este lunes, pero con su primera página en blanco en repudio al bloqueo y a "otro apriete a los medios".
"Lo que no hay que hacer es confundir a propósito, deliberadamente, un conflicto laboral con un supuesto ataque a la libertad de prensa", sostuvo el ministro de Trabajo argentino, Carlos Tomada.
El jefe de la cartera laboral consideró que "así de silenciosos son los dirigentes políticos al hablar del bloqueo a la libertad de expresión y no hablar del bloqueo a la libertad sindical; todos estos dirigentes que hablaron ayer, me hubiera gustado que dedicaran ese tiempo a investigar lo que pasa en la empresa Artes Gráficas" Rioplatenses (AGR), del Grupo Clarín.
"El Grupo Clarín cree que está exento de cumplir la legislación argentina en materia de representación sindical en todas sus empresas", denunció Tomada.
Los trabajadores de AGR consignaron en un comunicado de prensa que el motivo del bloqueo a la planta de "Clarín" fue la "persecución sindical que sufren los delegados, quienes son rodeados en todo momento por patovicas (personal de seguridad) y a los que no se les asignan tareas laborales".
Un centenar de manifestantes bloqueó desde la noche del sábado y durante doce horas los portones de la planta impresora de "Clarín" en el barrio porteño de Barracas, impidiendo su distribución en el día de mayor venta de periódicos, el domingo.
También bloquearon durante algunas horas la cercana planta impresora del diario "La Nación", pero levantaron luego la protesta permitiendo la salida del matutino.
Los manifestantes se identificaron como pertenecientes a la "Federación Gráfica Bonaerense", aseguraron ser empleados tercerizados de Artes Gráficas Rioplantenses y reclamaron su incorporación a la empresa. Según informa hoy "Clarín", también había en el grupo militantes del Sindicato de Camioneros, liderado por el jefe de la central obrera oficialista CGT Hugo Moyano.
La oposición reclamó en tanto un juicio político a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, por la supuesta desobediencia a órdenes judiciales que instaban a las fuerzas de seguridad a impedir medidas de fuerza que impidieran el libre tránsito en las plantas impresoras.
En una primera posición crítica desde el oficialismo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el peronista Daniel Scioli, repudió el bloqueo a "Clarín".
"Mi opinión es de rechazo contra estos métodos que no contribuyen en nada, al contrario, perjudican los valores y la convivencia democrática", destacó Scioli, presidente del Partido Justicialista (PJ, peronista) y aliado de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
"Sea el bloqueo a quien sea, tomaría la misma posición, como lo han hecho bloqueando a 'Clarín' y 'La Nación', o si mañana lo hacen con 'Tiempo Argentino' u otro medio con perfil más oficialista", afirmó el mandatario provincial.
El kirchnerismo protagoniza desde hace varios años un enfrentamiento público con los medios de comunicación críticos, en especial el Grupo Clarín.
Según sostiene el periódico en una columna de opinión, "el ataque contra 'Clarín' se produjo en un contexto político caracterizado por la sobredosis de tensión entre el gobierno kirchnerista y su aliado y principal, Hugo Moyano y la CGT".
El matutino sostiene que se produjo además tras la amenaza de huelga anunciada por Moyano por un exhorto de la Justicia de Suiza que pidió informaciones de él y su familia a raíz de una investigación por supuesto lavado de dinero.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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