Las potencias occidentales que han atacado a las defensas de Libia acabarán en el basurero de la historia, dijo el líder libio, Muammar Gaddafi, mientras sus tropas detenían los avances rebeldes pese a cuatro noches de ataques desde el aire.
Aunque el poder aéreo de las fuerzas extranjeras ha dejado en tierra a los aviones de Gaddafi y alejado a sus tropas desde las cercanías del bastión rebelde de Bengasi, los insurgentes desorganizados y pobremente equipados no han logrado capitalizar en terreno y continúan arrinconados.
Los rebeldes no han podido sacar a las fuerzas de Gaddafi desde la ciudad clave de Ajdabiyah en el este, y los tanques de Gobierno dominan la posición rebelde de Misrata. Existe el riesgo de que se llegue a un estancamiento en terreno, dijeron analistas.
En la capital libia, Trípoli, se escucharon al menos dos explosiones el miércoles antes del amanecer, informaron testigos de Reuters. No se escuchó fuego antiaéreo en la ciudad, y no hubo detalles adicionales disponibles inmediatamente.
"No nos rendiremos (...) Los vamos a vencer por cualquier medio", dijo Gaddafi a sus partidarios que formaban un escudo humano para protegerlo en su complejo en Trípoli. "Estamos listos para la batalla, ya sea corta o larga", enfatizó.
"Al final seremos victoriosos", agregó en un discurso transmitido en vivo por la televisión, su primera aparición pública en una semana.
El discurso fue seguido por la explosión de fuegos artificiales en Trípoli. Se escuchó a una multitud celebrando las palabras del líder y disparando al aire en el centro de la ciudad.
"Este ataque (...) es de un grupo de fascistas que terminarán en el basurero de la historia", afirmó Gaddafi.
El Gobierno libio niega que su Ejército esté conduciendo operaciones ofensivas y dijo que sus tropas sólo están luchando para defenderse cuando son atacadas.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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