Seria que los famosos conjuros realizados por los brasileiros surtieron efecto, pues James Rodriguez ni cuenta pareció darse y casi besa al enorme salta montes pegado a su camiseta.
De igual manera no tuvo el equipo Colombiano mucha suerte con el arbitraje, pero de todas formas su desempeño fue mucho más claro que el del equipo de brasil, que más bien parecía estaban bajo el mandato de "morir o matar".
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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