Coincidiendo con la petición del primer ministro británico de endurecer las sanciones contra Rusia tras el derribo del avión de Malaysia MH17, Reino Unido ha anunciado que llevará a cabo una investigación pública sobre la muerte del ex espía ruso, Alexander Litvinenko.
Sasha, como le conocían sus allegados, murió el 23 de noviembre de 2006 tras varias semanas de agonía, víctima de un envenenamiento que los médicos no conseguían explicary menos aún detener. Finalmente, se descubrió que fue envenenado con el isótopo radioactivo polonio -210 mientras tomaba el té en el lujoso hotel Millenium de Londres, en compañía de Andrei Lugovoy, un viejo conocido suyo, exoficial de los servicios secretos rusos y con otro antiguo colega, Dmitri Kovtun.
Hasta ahora, el Gobierno del Reino Unido se había negado a abrir la investigación a gran escala, que siempre ha exigido Marina, la viuda de Litvinenko. Por aquel entonces, se llegó incluso a acusar a Londres de querer apaciguar al Kremlin, que siempre negó su implicación en la muerte.
El repentino cambio de rumbo dado por Cameron se interpreta claramente como una reacción al conflictoen el este de Ucrania tras el derribo del avión de Malaysia Airlines que cubría la ruta entre Amsterdam y Kuala Lumpur y que Estados Unidos atribuye a separatistas prorrusos.
«Han pasado más de siete años desde la muerte de Litvinenko y tengo grandes esperanzas de que esta investigación proporcione un poco de consuelo a su viuda», dijo la ministra del Interior, Theresa May, en un comunicado.
Alexander Litvinenko trabajó primero para el antiguo KGB soviético y luego para su sucesor ruso, el FSB, hasta que acabó huyendo del país y logrando asilo en Londres. Litvinenko denunció públicamente la corrupción reinante en los servicios secretos rusos.
Fuera de Rusia, Litvinenko aseguró que algunos de los atentados de terroristas chechenos en Moscú y otras ciudades rusas habían sido en realidad obra de los servicios secretos rusos para legitimar la segunda guerra de Chechenia.
En una carta póstuma, Litvinenko escribió que el Kremlin estaba detrás de su asesinatopor haber acusado a los servicios secretos rusos de causar una serie de explosiones en un edificio de Moscú en 1999 para ayudar a Vladímir Putin a llegar a la Presidencia.
«Usted puede tener éxito en silenciar a un hombre, pero los gritos de protestas de todas partes del mundo van a resonar, señor Putin, en sus oídos el resto de su vida. Que Dios le perdone por lo que ha hecho, no sólo a mí, sino a la querida Rusia y a su pueblo», dejó escrito el antiguo agente ruso antes de morir.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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