Al menos una cuarta parte de las clínicas de aborto en Texas dejaron hoy de ofrecer este servicio, después de que anoche una Corte de Apelaciones diera luz verde a la aplicación de la totalidad de la ley estatal que regula esta práctica.
La obligación desde hoy de que los médicos que practican el aborto tengan una licencia de un hospital a 30 millas a la redonda provocó que algunas localidades dejen de contar con este servicio y otras ciudades lo vean reducido, informaron las organizaciones abortistas.
En San Antonio, con 1.3 millones de habitantes, clínicas como la Whole Woman's Health han colgado el cartel de cerrado, desde hoy derivan a las pacientes a otros centros de la zona y su plantilla teme perder su empleo en breve, como explicó a Efe el portavoz del centro, Drew Stanley.
Al menos nueve clínicas del estado cerraron hoy estos servicios, aunque la cifra podría subir a una docena de las 32 que operan en el estado.
Las mujeres directamente afectadas podrían ser miles, de acuerdo con los datos de Whole Woman's Health.
Según Planned Parenthood, los servicios de aborto han dejado o dejarán de ofrecerse en "zonas tan extensas" como Fort Worth (unos 740 mil habitantes), Harlingen (65 mil h), Killeen (127 mil h), McAllen (129 mil h) y Waco (124 mil h).
En otras zonas de gran población, como Austin o San Antonio, se reducirá el número de centros que practiquen abortos, ya que no todos cumplen con los requisitos de la ley estatal sobre el aborto HB2.
Las clínicas de Planned Parenthood afectadas por la ley han llamado a las pacientes con citas programadas para anularlas, y darles información sobre otros centros en la misma comunidad o sobre otras ciudades a las que tienen que viajar.
El Estado, por su parte, asegura que esta parte de la ley pretende garantizar la seguridad de las mujeres en búsqueda de aborto y evitar prácticas sin control ni garantías.
Además, en su defensa de la ley ante la justicia, el Estado aseguró que más del 90% de las mujeres tejanas contarán con un centro de aborto a un máximo de 100 millas.
El Departamento estatal de Servicios de Salud advirtió hoy de que "la ley es efectiva y las instalaciones deben cumplirla inmediatamente" y de que "los nuevos requisitos formaran parte de los criterios en las inspecciones de los centros", subrayó su portavoz Carrie Williams al diario electrónico "The Texas Tribune".
Un juez federal de distrito consideró el pasado lunes inconstitucional esta parte crucial de la ley del aborto, la fiscalía general del estado recurrió el bloqueo y anoche el tribunal de la Corte de Apelaciones de EE.UU. del circuito 5, con sede en Nueva Orleans, le dio temporalmente la razón al estado de Texas.
De esta forma, desde hoy y hasta que una resolución en firme no dicte lo contrario, los médicos que practican el aborto en Texas necesitarán una autorización de un hospital situado a un máximo de 30 millas.
La polémica disposición forma parte de una ley general del aborto, la norma estatal HB2, que desde este martes prohíbe practicar abortos a partir de las veinte semanas de gestación en Texas.
Según un estudio del centro especializado Guttmacher Institute, Texas supera la media nacional en nacimientos fruto de embarazos inesperados (el 44% del total en 2008).
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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