El apoderado de Urdangarín admite que había «empleados fantasma»

El apoderado de Aizóon, Mario Sorribas, hombre de confianza de Iñaki Urdangarín en sus negocios, ha cambiado este lunes su versión de los hechos y ha revelado que en la sociedad que el Duque de Palma y la Infanta Cristina compartían al 50 por ciento solo trabajaba él y que, por lo tanto, el resto de personas que figuraban en la nómina de la empresa eran en realidad «empleados fantasma». Sorribas, en la hora y media que ha estado declarando esta mañana como imputado ante el instructor del «caso Nóos», el juez José Castro, ha admitido que en Aizóon no trabajaban en realidad el resto de personas que habían sido dadas de alta en la empresa, según señalaron fuentes jurídicas. Entre los empleados «fantasma» de la empresa de Urdangarín y la Infanta destacan los empleados del hogar que trabajaban en el chalé que los duques de Palma tenían en el barrio barcelonés de Pedralbes y que estaban dados de alta como administrativos en Aizóon. En su primera declaración ante el juez, que tuvo lugar el 25 y 26 de febrero de 2012, Urdangarín explicó que él y su mujer contrataron a un «matrimonio multifunción» de ciudadanos rumanos que realizaban trabajos del hogar y de jardinería en el chalé de Pedralbes. El yerno del Rey aseguró que estaban dados de alta como trabajadores de Aizóon porque, además de las tareas del hogar, realizaban labores para la empresa. Dijo en concreto que el hombre trabajaba como chofer del duque en la empresa y que la mujer hacia labores administrativas. La empleada del hogar, sin embargo, reconoció ante la Policía que nunca trabajó para Aizóon y que ni siquiera sabe donde se encuentran sus oficinas. También dijo que en la entrevista de trabajo, en la que estaba presente la hija del Rey, Urdangarín le advirtió de que «cobraría en negro». Sorribas, amigo de Urdangarín, ha reconocido ante el juez esta versión de los hechos y ha reiterado que en Aizóon, en realidad, solo trabajaba él. Negocios después de Nóos Sorribas ha implicado además al Duque de Palma en los presuntos delitos cometidos a través de la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social y el entramado creado tras su salida del Instituto Nóos. El imputado ha asegurado en este sentido que Urdangarín dirigía al mismo nivel que su socio, Diego Torres, la citada Fundación, según señalaron fuentes jurídicas. Urdangarín, por lo tanto, continúo con sus negocios con Torres más allá del año 2006, fecha en la que, según sostiene el yerno del Rey, abandonó su relación profesional con su antiguo socio por indicación de la Casa del Rey. La declaración de Sorribas contrasta por lo tanto con la que prestó en marzo de 2012, en la que defendió la inocencia de Urdangarín y aseguró que era Torres el que dirigía realmente el entramado. El amigo de Urdangarín ha señalado, por ejemplo en esta ocasión que, en el marco del contrato suscrito por el Instituto Nóos para la celebración en Valencia de los Juegos Europeos, en realidad no se llevó a cabo ningún trabajo. Urdangarín y Torres consiguieron de las administraciones valencianas un total 382.204 euros por la creación de estos Juegos Europeos en Valencia que nunca llegaron a celebrarse. En este mismo sentido, la «mano derecha» de Urdangarín en sus negocios ha reconocido que en el marco del contrato con la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2016 no se realizó en realidad ningún trabajo más allá de algún gestión puntual de «lobby». Urdangarín y Torres obtuvieron por este contrato más de 140.000 en concepto de donaciones a través de la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social. En su declaración del pasado 23 de febrero, el duque de Palma aseguró que para la candidatura de Madrid 2016 se realizaron tanto una operación de marketing como la edición de un libro sobre el potencial del deporte para la integración de las personas desfavorecidas. Reuniones de 10.000 euros Esta mañana también ha declarado ante el juez Castro, esta vez en calidad de testigo, el empresario Alex Sánchez Mollinguer, quien habría participado con Urdangarín en el proyecto de Aguas de Valencia y que se habría negado a realizar facturas falsas para el entramado. Sánchez Mollinguer ha señalado en su declaración que Urdangarin y él facturaban 10.000 euros por cada reunión que realizaban para buscar patrocinadores para el Valencia Club de Fútbol. Castro interrogará a lo largo de la jornada, esta vez como imputados, a Miguel Zorio, presunto «conseguidor» de varios de los negocios de Valencia, y a Robert Cockx, supuestos testaferro de Urdangarin en sus negocios en solitario. Lissette Garcia RosasSinEspinas