La misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) ha traspasado al Gobierno afgano de manera oficial el control de la prisión de Bagram, situada cerca de la capital y en la principal base militar de Estados Unidos en el país. El centro penitenciario ha sido testigo de algunos de los episodios más polémicos durante la ocupación de las fuerzas occidentales en territorio afgano, como la quema de coranes por parte de soldados estadounidenses, que causó una ola de protestas y disturbios en todo el país.
La transferencia del mando tendrá lugar en una ceremonia simbólica en el propio centro, conocido como el "Guantánamo" de Afganistán, según confirmó en un comunicado la misión de la OTAN, seis meses después de que ambas partes firmaron un memorando de entendimiento.
El "Guantánamo" de Afganistán
El documento ya establecía ese plazo para que las autoridades afganas asumieran el control de la prisión, situada a unos 60 kilómetros de Kabul y objeto de controversia desde que EE UU decidió usarla como la prisión más importante dentro del país asiático. Una investigación de la BBC difundida en abril de 2010 descubrió abusos y torturas en su interior.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos como Amnistía Internacional han criticado con frecuencia que las fuerzas de EE UU han recluido en esta prisión a "centenares de personas, entre ellas menores de edad, sin acceso a abogados ni a tribunales".
Las tropas de la OTAN están en pleno proceso de retirada progresiva de Afganistán, en el marco de un plan que recoge la transferencia de las responsabilidades de seguridad al Ejército y Policía afganos. El proceso de repliegue debe concluir, si se cumplen los plazos previstos, en 2014.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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