Katie Holmes tramitó el divorcio de Tom Cruise hace una semana en Nueva York, solicitando la custodia única de Suri, petición que ha realizado porque teme que al final pueda acabar siendo apartada de la vida de su hija de seis años.
Al parecer, Katie está "decidida" a ganar la batalla por la custodia de la niña tras ver la escasa relación que tienen los hijos adoptados de Tom Cruise, Isabella y Connor, con su madre, Nicole Kidman, la segunda mujer del intérprete.
"Isabella y Connor no están muy unidos a Nicole, y Katie está decidida a no dejar que la aparten de la vida de Suri. Ella no será relegada a un rol secundario en la vida de la pequeña. Está preparada para pelear con Tom en los juzgados. Katie no va a rendirse y hará lo que haga falta para asegurarse de que sea ella la que críe a su hija", explicó una fuente al periódico Daily Mirror.
También se cree que Holmes está preocupada por la influencia que podría tener la cienciología, culto del que Cruise es devoto, en Suri.
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"Bella y Connor siguen a su padre a la cienciología y ella se ha dado cuenta de esto. Esta es una de las razones por las que ha solicitado la custodia exclusiva", añadió la fuente.
No obstante, esta ruptura podría haber sido meticulosamente "planificada", ya que su ex marido no conoció cuáles eran las intenciones de su cónyuge hasta el último minuto.
"Katie había hablado por teléfono con Tom hasta la semana pasada diciendo: 'Te quiero'. Su círculo cercano había estado planificando esto y empezaron a cambiar sus móviles desde que ella estuvo en China (a mediados de junio). Cuando los nuevos teléfonos llegaron, nadie podía localizarla. Sus antiguos mejores amigos no tienen su nuevo número ni su correo electrónico. Está ilocalizable", concluyó el informador.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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