SANTIAGO.- La postal ya es clásica: una Cecilia Bolocco de 22 años se lleva las manos a la cara, emocionada, mostrándose al mundo como la nueva soberana de Miss Universo. Hoy, exactamente 25 años después de dicho retrato, la misma mujer no tiene una corona ni una banda que indiquen su poder. Hoy, ella es Cecilia Bolocco. Y eso dice más que cualquier cetro.
La joven nacida en una familia acaudalada de Santiago no siguió el tradicional destino de las reinas de belleza (modelaje, sonrisas para productos de belleza y entrevistas para revistas de papel couché), sino que miró más allá: llegó a la televisión y logró convertirse en una de las marcas más poderosas de la industria del entretenimiento.
Ni los escándalos amorosos que explotaron en los noventa tras su primer divorcio, ni los cuestionamientos a su matrimonio con el ex presidente argentino Carlos Menem la hicieron perder su estatus de diva.
Tampoco logró hacerlo la publicación de fotos íntimas con el italiano Luciano Marocchino, cuando aún no oficializaba su divorcio del ex mandatario trasandino.
A sus recién cumplidos 47 años, Bolocco no necesita salir en televisión. Ahora sus prioridades son, primero, su hijo Máximo (de ocho años) y luego su faceta como diseñadora.
Es en esta última labor donde se ha desarrollado desde que abandonó la pantalla chica. Y no sólo se destaca como creadora de prendas y accesorios: también es embajadora de BMW y, como tal, diseñó un modelo exclusivo (el BMW X1 CB) que sólo comercializó 20 unidades este año.
Por ahora Bolocco no tiene planes en televisión, aunque varias veces ha señalado que si se presenta el proyecto adecuado, lo tomaría. Por eso, continuará mirando su glamorosa posición desde un cetro que sólo ocupa ella en el país: el de diva.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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