Home » internacionales, noticias, politica » Hoy procesan a los Militares que orderon el ataque al hotel donde murio el Camarografo Jose Couso
La muerte del camarógrafo de Telecinco José Couso, el 20 de abril de 2003 durante la toma de Bagdad por las tropas estadounidenses, fue el resultado de un plan premeditado del Ejército de ese país para que los periodistas no pudieran transmitir la operación militar que culminó la segunda guerra de Irak. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz procesó ayer por tercera vez a los tres militares que ordenaron, autorizaron y efectuaron respectivamente el disparo desde un tanque contra el Hotel Palestina, desde donde el periodista español tomaba imágenes. El juez, que visitó el hotel y el puente desde el que el carro lanzó el proyectil el pasado enero, concluye que los militares que lo conducían pudieron distinguir perfectamente a Couso y la cámara con la que trabajaba.
Los procesados son de nuevo el teniente coronel al mando del regimiento de blindados Philip de Camp, el capitán Philip Wolford, y el sargento Thomas Gibson, pero el juez imputa también a dos de sus superiores, el comandante Bufort Blount, responsable de la tercera división de infantería acorazada, y al coronel David Perkins (jefe de la segunda brigada de esa división), como posibles urdidores de la estrategia contra los medios. Pedraz atribuye a todos ellos un delito contra la comunidad internacional –castigado con penas de entre 10 y 15 años de cárcel- consistente en atacar a población protegida en caso de conflicto armado, ya que Couso, como reportero gráfico, gozaba de esa protección. También el del homicidio del cámara y un tercero de amenazas con la finalidad de aterrorizar a la población civil.El juez desmonta uno por uno los argumentos que sirvieron a EE UU (pero también a la fiscalía y a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que archivó el caso en dos ocasiones) para negar la responsabilidad de sus militares. El auto recuerda cómo fue el propio Pentágono el que aconsejó a los periodistas trasladarse al hotel atacado. Los soldados que participaron en la operación tenían además una lista de objetivos prohibidos entre los que se encontraba ese establecimiento y el propio secretario de Estado de entonces, Colin Powell, reconoció que se sabía que estaba lleno de periodistas.
El expediente abierto por el Ejército estadounidense sobre el ataque fue archivado al considerar que el disparo que mató al cámara español y a otro de la agencia Reuters se realizó “en defensa propia” al realizarse sobre un “supuesto tirador o grupo de tiradores enemigos” teóricamente situados en el hotel. Sin embargo, el juez español, basándose en la inspección ocular que realizó al lugar de los hechos el pasado 28 de enero, llega a la conclusión de que el carro que disparó (un Abrams M1) “contaba con elementos de visión con los cuales se podía apreciar con total claridad a las personas que se encontraban en las ventanas y los balcones del hotel y los objetos que portaban”. Es decir, que los procesados pudieron perfectamente distinguir al cámara de un militar armado fiel a Sadam Husein.
La Sala de lo Penal de la Audiencia ha archivado en dos ocasiones el caso Couso, pero en ambas, el Tribunal Supremo ordenó al juez Pedraz que siguiera investigando. En la última ocasión que se pronunció el 7 de julio de 2010, los magistrados del alto tribunal apreciaron claros indicios de “ataques indiscriminados y excesivos contra la población civil”.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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