Un ciudadano estadounidense ha muerto y otro ha resultado herido en un ataque a la sede de la CIA en la capital de Afganistán, Kabul. Según la información de la agencia Reuters, el autor de los disparos fue un empleado afgano de la administración norteamericana en el país centroasiático. La oficina de la agencia de espionaje está ubicada en un anexo de la Embajada estadounidense, dentro de la llamada zona verde, área de máxima seguridad de Kabul. Hace dos semanas, la legación de Washington en la capital afgana fue objeto de un ataque coordinado que duró cerca de 20 horas
La misión diplomática de EE UU en Kabul, a través de su portavoz, Gavin Sundwall, ha informado de que el asaltante fue abatido y el herido, trasladado a un hospital militar. "El motivo del ataque aún está siendo investigado", ha declarado Sundwall. En diciembre de 2009, la CIA sufrió su peor ataque en Afganistán. Un atentado suicida de un informador de la agenciaacabó con la vida de siete agentes estadounidenses en el aeropuerto de Khost, a 150 kilómetros al sur de Kabul.
Hasta el momento se desconoce si la víctima mortal de este último atentado contra las fuerzas estadounidenses trabajaba o no para la CIA. Pese a que la Embajada de EE UU se encuentra, como la del resto de países y sede de organizaciones internacionales como la OTAN, en una zona especialmente protegida, la zona verde, los últimos ataques han puesto en tela de juicio el nivel de protección.
El pasado 12 de septiembre, un grupo de seis individuos, relacionados con la red Haqqani, vinculada con los talibanes, sometieron a un asedio de casi un día a las fuerzas afganas y de la coalición en un ataque coordinado contra la legación y la sede de la OTAN. El atentado se saldó con la muerte de 11 personas, tres de ellos niños. Todos los insurgentes perdieron la vida. La respuesta al ataque fue la primera gran operación dirigida por militares afganos.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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