TOKIO.- El índice de yodo radioactivo no para. Si ayer el nivel en el mar cercano a la
central nuclear de Fukushima superaba en 3.355 veces, la de hoy jueves supera ampliamente ese record.
La última cifra, tomada por la operadora Tepco a 300 metros al sur de un desagüe cercano a los reactores, da cuenta de que la yodina supera en 4.385 veces el límite normal.
Tal situación acrecienta la alerta en vista de la negativa involución que se registra en Fukushima, a 20 días del terremoto y tsunami del 11 de marzo.
A su vez, las medidas adoptadas por el transporte marítimo para prevenir una posible contaminación radioactiva comienza a perturbar las cadenas de abastecimiento en Japón.
Hasta hora, las grandes empresas de transporte marítimo no han tomado iniciativas tan drásticas, pero han establecido zonas de exclusión en el mar en torno a la central situada a orillas del Pacífico.
Además de los riesgos para la salud de las tripulaciones, la aparición de cantidades anormales de partículas radioactivas a bordo de un navío puede tener consecuencias comerciales y por lo tanto financieras.
Varios puertos europeos también reforzaron los controles sobre los mercantes provenientes de Japón, donde Hapag-Lloyd desvió parte del tráfico hacia los puertos de Kobe y Nagoya, al sur de la isla de Honshu.
La prolongación de esta situación plantearía importantes desafíos logísticos para los puertos del sur ante el importante aumento de las mercaderías que deberían administrar.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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