La Vida Es Una Controversia

New York, Por, Lissette García
Cuantas veces vemos como crucifican a unos y a otros simplemente se les ríe la gracia, en este caso especifico me refiero a la diferencia establecida en un artículo, ya publicado por esta servidora, donde se habla, de que Mariah Carey cantara ante el hijo del dictador Gadhafi, por la no menos despreciable suma de un millón de dólares.
Sin embargo a Sergio Vargas se le ha criticado el hecho de que durante una entrevista que le hiciera Frederick Matinés, alias “El Pacha”, el conductor preguntara a Sergio Vargas, si en algún momento el había tocado alguna fiesta, para un narco, a lo que el merenguero, conocido por no tener pelos en la lengua, contestara que si, inmediatamente no se hicieron esperar todo tipo de comentarios maliciosos, en contra de Sergio, comentarios que rayan en la ridiculez.
Yo quiero que alguien a mi me diga desde cuando, se le pide el pedigrí a las personas que contratan, no solo a merengueros, sino mas bien a cualquier artista, pues al artista solo le interesa hacer su trabajo cobrar y dar de comer a sus empleados, en este caso yo más bien diría, que si a eso vamos, tendrían que investigar y crucificar a todos los que se dedican al mundo del espectáculo.
Hablando de lavado de dinero, pero hay que tenerlos bien puestos, estos funcionarios Dominicanos, que están tan desacreditados, precisamente, por dejar al país en banca rota, y ahora tratar de pretender sentirse ofendidos y pedirle a Sergio Vargas explicaciones, primero ellos deben de explicar de dónde es que provienen todas las riquezas que estos exhiben, antes de querer tomar a otros como chivos expiatorios, para tapar sus actos.
Porque el gobierno de los Estados Unidos, no le pide a la cantante Mariah Carey cuenta, por haberle cantado al hijo de uno de los dictadores, que ha sido reconocido como uno de los enemigos acérrimos, de este país, no pueden pues como artista ella le canta a quien le de la real gana, a los funcionarios Dominicanos que se dejen de chercha y que se ubiquen, pues creo que están sumamente perdidos.
Lissette García
RosasSinEspinas