Casi tres años después de que las autoridades descubrieron de la identidad de un niño cuyos restos descompuestos fueron encontrados en el Condado de DuPage, agencias de la ley federales y locales intentan echar a andar la investigación por la muerte del niño, que ha estado estancada por mucho tiempo.
Después que el diario Chicago Tribune detallara recientemente la historia del niño, el Departamento de Justicia de Estados Unidos intensificó sus esfuerzos para lograr que autoridades mexicanas localicen y entrevisten a su madre, padrastro y abuela, y recojan muestras de ADN. Reportes indican que ellos viven cerca de la Ciudad de México.
Al mismo tiempo, el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos ha propuesto que autoridades condales, estatales y federales se reúnen para planificar una estrategia.
La idea sería la de convocar “una reunión entre todas las partes implicadas y traer ideas sobre cómo avanzar la investigación y ver qué tipo de asistencia, si la hay, puede el gobierno federal llevar a la mesa”, dijo John O’Malley, subjefe de la agencia del Distrito Norte de Illinois.
John Zaruba, alguacil del Condado de DuPage, cuya oficina encabeza la investigación, declinó comentar. Pero Robert Berlin, el procurador de ese condado, dijo que fiscales y detectives del alguacil trabajan con varias agencias federales y continuarán “siguiendo todas las pistas”.
Berlin también confirmó la identidad del niño al Tribune, cuyo primer nombre es Atcel.
La investigación “apenas empezó” y estuvo estancada debido a la falta de cooperación entre agencias federales reacias a intervenir en un caso donde los cargos de homicidio no se han presentado, según una fuente familiarizada con el caso.
Los restos del niño fueron encontrados el 8 de octubre de 2005 dentro de una bolsa de lavandería cerca de un arroyo al lado de Meadow Rd. y Ferry Rd., en Naperville, Illinois. Expertos indicaron que el niño murió a pocas semanas de su hallazgo, pero no pudieron determinar la causa de su muerte debido a la descomposición.
Detectives del alguacil del Condado de DuPage averiguaron su nombre en 2008. Una gran descubrimiento se produjo cuando una niña de 14 años dijo a funcionarios escolares de Cícero que su padrastro le pegaba a ella y a dos de sus cinco hermanos “casi todos los días”, según documentos.
Más tarde, ya bajo protección, la menor le pidió a la Policía investigar que había pasado con su pequeño hermano desaparecido, quien iba cumplir 3 años en noviembre de 2005. La adolescente dijo que vio por última vez a Atcel en México antes de que fuera traído a Estados Unidos con su madre, padrastro y un hermano.
El resto de los niños se quedaron en la casa de su abuela cerca de la Ciudad de México. La menor dijo que su abuela le dijo en mayo de 2006 que su padrastro y madre habían matado a Atcel, pusieron su cuerpo en una bolsa y “lo tiraron”, según documentos del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Los padres regresaron a México en 2006 sin Atcel, dijo la menor, y después se mudaron con los niños al área de Cícero.
La jovencita dijo que ella y sus hermanos eran castigados si mencionaban el nombre del pequeño desaparecido, de acuerdo con un documento federal.
Tribune no divulga el nombre del padrastro o la madre porque aún no han sido acusados con el homicidio del niño.
El Departamento de Servicios a Niños y Familias de Illinois (DCFS) recogió a los seis niños el 14 de abril de 2008, según documentos estatales. La Policía de Cícero contactó de inmediato a detectives del alguacil, y expertos forenses encontraron una muestra similar de ADN tras comparar los restos del niño con el perfil genético de otro hermano, según documentos.
El padrastro y la madre desaparecieron ese verano. Para el otoño, el hombre encaraba una acusación federal tras ser acusado de traficar documentos falsos en el vecindario de La Villita.
Si los familiares son encontrados, las autoridades del Condado de DuPage pedirán a oficiales mexicanos permiso para estar presentes durante la entrevista, indican récords.
Varios expertos en ley penal internacional concuerdan que el caso de Atcel presenta retos. Dicen que la extradición es improbable sin el cargo de homicidio, y aún con ese, las autoridades mexicanas rechazarían enviar a ciudadanos mexicanos a Estados Unidos por una ofensa de pena capital.
“En el gran esquema de las cosas, no veo a este sujeto en su radar”, dijo Richard Barajas, juez retirado del Distrito de Apelaciones de Texas, en El Paso.
La orden de arresto contra el padrastro puede ser suficiente para que oficiales de inmigración en Estados Unidos conduzcan una investigación por estar prófugo, según expertos.
Esa cooperación federal es clave, dijo David Erickson, un ex juez de la corte de Apelaciones de Illinois y profesor de leyes del Chicago-Kent College, que ha enseñado en la Ciudad de México.
“Pienso que necesitan pedir apoyo en la oficina del procurador federal de Estados Unidos. Si alguien tomará el caso de DuPage, eso ayudaría dramáticamente”, dijo Erickson.
“Necesitan llevar su argumento ante el Departamento de Justicia de que este pequeño niño necesita justicia y vale la pena perseguirla. Hay mucha simpatía por este caso. En un pequeño muerto. Algunas veces el sentimiento del público ayuda”, indicó el ex juez.
Dawn Bruner sabe del impacto emocional de la historia. Hace dos años creó la página de Facebook “DuPage Johhny Doe” para atraer la atención al caso. Tras leer la historia en el Tribune, Bruner rebautizó la página como “Justicia para Atcel”. La página tiene casi 100 miembros.
“Quién podría tirar a un pequeño niño como si fuera basura”, dijo Bruner, quien radica en Wichita, Kansas.
Otros como Cathy Hochberg, de Winfield, Illinois, han ofrecido contribuciones por una nueva lápida con el nombre de Atcel, en el cementerio de Wheaton, donde está enterrado.
“Este niñito merece la dignidad de que tenga su nombre”, dijo Hochberg
No comments:
Post a Comment