Claire Donnelly (31) estaba muy emocionada. Le pidieron matrimonio y ya tiene fecha para agosto del próximo año, así que comenzó desde ya a organizar los preparativos para que en el gran día, todo funcione perfecto.
Una de las cosas principales -y muchas veces la que se ve antes que todo-, es el vestido de novia, esa prenda que debe reflejar la hermosura de toda mujer, y hacerla parecer como la princesa más feliz del mundo, aunque sea por un día.
Es por esto que Claire pidió con anticipación una cita en By Design, pero se llevó una gran desilusión, cuando con solo entrar al local, le dijeron que era muy gorda como para encontrar algún vestido que le quedara, y no solo eso: para el presupuesto con el que contaba, no le alcanzaba para nada.
“La vendedora me miró y me dijo que no habría nada que me quedara bien”, dijo la futura esposa, quien declaró haberse sentido “humillada” por el trato recibido.
“(Después) me preguntó por mi presupuesto y dijo que no había nada ahí que yo pudiera pagar. Estaba impactada por su actitud. (...) Trataba de encontrar un súper vestido para un súper día y me sentí completamente defraudada. Estaba tan decepcionada que lo único que quería era irme a mi casa”, dijo a Daily Mail.
Claire es de Gloucester, una ciudad inglesa donde trabaja como asistente de retail. Y como ha comentado, el episodio de su vestido de novia fue muy frustrante, sobre todo tomando en cuenta que su talla (46) es apenas una más que el promedio general de las inglesas, que es 44.
“Este es un tema difícil y tratamos de manejar este tipo de situaciones con la mayor sensibilidad posible”, comentó, por su parte, el gerente de la tienda, Tim Shayle.
El hombre aseguró que por seis años han comercializado vestidos de novia, y que las tallas más vendidas van desde la 38 a 44. Según él, esa sería la razón por la que no tenían la que necesitaba Claire.
“Tampoco tenemos talla cero. No porque tengamos algo en contra de la gente pequeña, es solo que no la piden mucho (...) Nunca fuimos descorteses. Claire se probó algunos vestidos en la tienda, pero lamentablemente no eran de su talla”, dijo.
Además, explicó que la razón de haberle preguntado a la mujer por su presupuesto, fue solamente para tener una referencia de lo que podía comprarse.
En este caso, la novia comentó que tenía pensado gastar entre 400 y 500 libras (desde $300 mil a $400 mil apróx.), pero los precios en la tienda iban desde las 500, a lo que se le suma cualquier tipo de arreglo que se le haga al vestido.
A eso, Shayle agregó que considera muy injusto que la mujer los deje como villanos solo por no haber tenido lo que ella quería.
De momento, Claire se ha encargado de llamar a las tiendas de novia para exigir que tengan vestidos de todas las tallas, y así evitar que las futuras esposas pasen la misma vergüenza.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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