PARIS.- Madonna ofreció el jueves a sus seguidores un concierto íntimo en el famoso teatro Olympia de París, donde expresó su amor por una Francia abierta a las minorías y artistas y reinterpretando "Je t'aime moi non plus", una canción salpicada de insinuaciones sexuales.
Las entradas para el concierto sorpresa, que añadió la artista a último momento de la gira "MDNA", se ofrecieron primero a los miembros de su club de fans y se agotaron en cuestión de minutos. Algunas personas empezaron a reunirse frente al Olympia el miércoles, entre una gran anticipación.
Al final, las reacciones fueron variadas y algunos de sus asistentes se mostraron decepcionados por que el concierto sólo duró 45 minutos, por lo que comenzaron a abuchear a la artista, luego de que ella se retirara del escenario.
Unos pocos pidieron la devolución del dinero al marcharse del teatro, la sala de conciertos más antigua de la ciudad y que ha recibido a estrellas como Edith Piaf, Jacques Brel y los Rolling Stones.
Se esperaba que el concierto tuviera un matiz político, y Madonna comenzó en un tono rebelde.
"Tengo una afinidad especial con Francia, desde hace muchos años", exclamó al principio. "Podría ir hasta Napoleón, porque pienso en mí como en una revolucionaria".
Sin embargo, no se repitió el espectáculo que ofreció el 14 de julio a 80 mil personas en el Stade de France, que molestó a la líder política de extrema derecha Marine Le Pen al mostrar una imagen suya con una esvástica superpuesta sobre su cara. Por lo que el Frente Nacional, que dirige Le Pen, anunció que demandará a la cantante.
El jueves, Madonna sólo hizo críticas veladas a la postura antiinmigración del partido, rindiendo homenaje a una Francia que, según dijo, una vez "abrió sus brazos a las minorías".
"Sé que hice que una tal Marine Le Pen se enfade mucho conmigo", dijo, señalando que su intención no era hacer enemigos. "Estamos entrando en unos tiempos muy aterradores en el mundo. La gente tiene miedo, y ¿qué pasa cuando la gente se asusta? Dicen, '¡Fuera! Vosotros sois el motivo. Sois el problema. Tenéis la culpa'", dijo al público.
Fiel a sí misma, la artista de 53 años mostró una serie de seductores atuendos y bailes que desmentían su edad, añadiendo un toque francés con una falta negra ajustada, rouge rojo y un sombrero de estilo galo. Rindió homenaje a varios artistas franceses, como el actor Alain Delon y la cantante Piaf.
"Camino sobre sus pasos, en realidad me arrastro sobre sus pasos", dijo de la cantante de "La vie en rose" mientras se arrodillaba en el escenario.
La reacción de los asistentes, entre los que se contaban el actor Pierce Brosnan y su esposa, fue variada.
"El concierto en sí estuvo bastante bien, pero ni siquiera cantó una hora", se quejó Guillaume Delaval, de 33 años. "Habló 15 minutos sobre tolerancia, esto no es la ONU".
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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