Decenas de miles de personas participaron el martes en Moscú en el mitin convocado por la oposición contra el régimen representado por Vladímir Putin. La protesta, autorizada por el ayuntamiento, discurrió sin incidentes. Mientras transcurría este evento en la avenida Sájarov, en la sede del Comité de Investigación, en otro lugar de la capital rusa, algunos de los líderes de la disidencia fueron interrogados durante horas, tras haber sido sometidos la víspera a registros domiciliarios. Estos registros e interrogatorios, que afectaron a ocho personas, forman parte oficialmente de una investigación sobre los violentos enfrentamientos que se produjeron en el mitin del 6 de mayo en la plaza de Bolótnaya de Moscú.
Tras ser interrogado, Alexéi Navalni, el abogado y bloguero, que dirige Rospil, fue conducido a la sede de este fondo de lucha contra la corrupción, donde aparentemente se guardan testimonios y documentos que sirven de base para sus denuncias. Miembros de las fuerzas antidisturbios, con máscaras y trajes de camuflaje, habían rodeado el local la víspera en espera de registrarlo en presencia de Navalni.
Los interrogatorios privaron a la llamada “Marcha de millones” de algunos de algunos combativos líderes, como el propio Navalni y la presentadora televisiva Ksenia Sobchak, que es ahijada de Putin. La “Marcha de millones” reunió entre 20.000 personas (según estimación de la policía) y 100.000 (según Serguéi Udaltsov, líder del Frente de Izquierdas). Los manifestantes se desplazaron hasta la avenida Sájarov por una ruta controlada por un nutrido despliegue policial, que mantuvo las fuerzas antidisturbios en un segundo plano. El ex primer ministro Mijaíl Kasiánov, los diputados Guennadi y Dmitri Gudkov y Iliá Ponomariov, todos ellos de Rusia Justa (partido socialdemócrata), participaron en la concentración, al igual que el ex vicejefe de Gobierno Borís Nemtsov.
En pleno mitin, un coronel de la policía subió al escenario a entregar a Nemtsov una citación en el Comité de Investigación para el mismo martes. La víspera, las autoridades habían querido registrar su casa, pero no fue posible por la ausencia de Nemtsov. Citado a un interrogatorio en el mismo mitin fue también Udaltsov.
La ecologista Yevguenia Chírikova fue la encargada de leer el llamado “manifiesto de la Rusia Libre”. El texto, asumido por las diferentes corrientes de oposición, considera que las actuales autoridades políticas de Rusia son “ilegales”, ya que han “usurpado el poder” y “falsificado las elecciones”. En consecuencia, exhorta a una campaña de protestas pacificas que serán organizadas por un “consejo coordinador, elegido mediante votación abierta. El manifiesto pide el cese Putin como símbolo del sistema, nuevas leyes electorales a aprobar por el actual parlamento antes de autodisolverse. Contempla también la elección de un nuevo parlamento, que presentaría a referéndum una nueva Constitución. En ella, se fijaría un periodo máximo de dos mandatos de cuatro años para el jefe del Estado. El nuevo parlamento, tras aprobar una nueva ley de elecciones presidenciales, convocaría nuevos comicios.
El Kremlin no tiene intención alguna de aceptar este programa y lo previsible es que las tensiones entre con la oposición se mantengan. En el mitin se pidió la libertad de “todos los presos políticos” y se recordó a las integrantes del grupo Pussy Riot, encarceladas por corear canciones antireligiosas y en contra Putin en la catedral del Cristo Salvador de la capital rusa.
En la emisora el Eco de Moscú, Ksenia Sobchak contó que, en el registro en su domicilio, le había sido confiscado el pasaporte, cosa que es ilegal, según recalcó. Los ingresos de Sobchak serán revisados por el Servicio de Impuestos después de que se le encontrara en su casa más de un millón de euros en diferentes sobres.
Varios de los oradores del mitin, en conversaciones a pie de escenario con este periódico, pronosticaron que a la protesta en Moscú puede unirse en el futuro próximo una protesta “social y económica” en las provincias. Esta protesta estará relacionada con el aumento el mes que viene de las tarifas, aplazado en enero a causa de las elecciones. La evolución de los acontecimientos dependerá también de factores externos, tales como la coyuntura económica y las oscilaciones de los precios del crudo.
El sociólogo Dmitri Orezhkin opinó que las autoridades buscan una “radicalización” del enfrentamiento con la oposición, por lo que es necesario “no dejarse provocar”. “Si queremos ser constructivos, hay que defender nuestros derechos cívicos de forma constante y tranquila, lo que es aburrido, ya que carece de romanticismo revolucionario, pero, a cambio, no produce ni sangre ni palos. Si no se hace así, se reproducirá el actual sistema y vencerán los que gritan más fuerte”, manifestó. “Por delante, hay meses o tal vez años desagradables, pero los intereses de la economía, la urbanización y el desarrollo de nuevas tecnologías informativas van en sentido contrario a una evolución represiva al estilo de Bielorrusia, Uzbekistán o Irán”, señaló.
Mientras se desarrollaba el mitin opositor, el presidente Putin intervino en una recepción en honor al Día de Rusia y dijo que el poder debía estar "abierto para un diálogo constante con la sociedad" y debía prestar especial atención a los problemas que le preocupan a los ciudadanos, como son la calidad de la educación y de la sanidad, los servicios municipales y también la capacidad de los órganos del orden público de defender la ley y la dignidad del individuo. Después de oír estas palabras, Nemtsov comentó a Eco de Moscú que Putin es un "fariseo".
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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