Las fuerzas de seguridad sirias han cometido violaciones de los derechos humanos a lo largo de todo el país, incluido ejecuciones extrajudiciales, "a un nivel alarmante" durante las operaciones militares desarrolladas en los últimos tres meses. Así lo han asegurado en la mañana del miércoles los investigadores del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que en un informe presentado en su sede de Ginebra se dicen incapaces de determinar sin margen de duda quién perpetró la matanza de Hula, cometida en mayo y en la que perecieron más de un centenar y medio de personas, la mayoría de ellas mujeres y niños indefensos. "Las fuerzas leales al Gobierno pueden haber sido responsables de muchas de las muertes", han afirmado los investigadores, que hacen hincapié en que el conflicto está derivando en una guerra sectaria.
Tampoco el comportamiento de los rebeldes es el correcto, según el informe de Naciones Unidas, que contiene también informaciones sobre matanzas perpetradas por los insurrectos, que están empleando con frecuencia creciente artefactos explosivos caseros. "La situación sobre el terreno se está deteriorando rápida y peligrosamente", reza el informe. Los combates en algunas zonas de Siria reúnen las características de un conflicto armado no internacional, según la comisión. Es la primera vez que la ONU utiliza el término "conflicto armado" para referirse a la situación que atraviesa el país árabe. El presidente Bachar el Asad dijo el martes que Siria "está en guerra".
El informe habla de la utilización de artillería y armamento pesado por parte de las fuerzas fieles al régimen para bombardear ciudades, especialmente Homs. "En el contexto crecientemente militarizado, las violaciones de derechos humanos han alcanzado un nivel alarmante durante las operaciones contra localidades que acogen a los desertores o que son percibidas como aliadas con grupos armados opositores, incluido el Ejército de Siria Libre", dice el informe.
La comisión encargada de elaborar el informe también expresa su preocupación por el hecho de que los rebeldes "están utilizando a niños como porteadores de material médico o mensajeros, exponiéndolos a un riesgo de muerte o de caer heridos". La situación, según esta comisión, puede empeorar con facilidad: "Como resultado del flujo de armamento y munición hacia las fuerzas del Gobierno y de la oposición la situación puede agravarse en los próximos meses", ha dicho el brasileño Sergio Pinheiro, jefe de la comisión de investigación, que ha realizado 400 entrevistas, recolectado fotografías, vídeos, imágenes por satélite y otras evidencias que podrían servir como elementos de prueba en un eventual proceso judicial.
Las graves violaciones de los derechos humanos están ocurriendo de manera regular" y constata, como novedad, que desde el pasado mes de mayo, "los asesinatos tuvieron lo que parecen ser razones sectarias". "Si previamente las víctimas lo eran en razón de estar a favor o en contra del Gobierno, la comisión ha registrado un creciente número de incidentes en los que las víctimas parecen haberlo sido debido a su filiación religiosa", señala el documento.
Se reitera también la preocupación por el desplazamiento de la población civil, con hasta 92.000 refugiados en países vecinos y hasta 1,5 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria. "La situación sobre el terreno se está deteriorando peligrosa y rápidamente", con una intensificación de las acciones del Ejército, incluido el uso de armamento pesado, indica la comisión, que afirma que "el lento pero continuo flujo de deserciones (con casos documentados en Homs) revela cierta fatiga" en las fuerzas armadas.
Para la comisión, los acontecimientos militares de las últimas semanas apuntan asimismo a "la creciente dificultad del Gobierno para mantener su control sobre amplias zonas" del país. En parte debido a que los grupos de oposición armada disponen de "una creciente capacidad para acceder y emplear armas". No obstante, precisa que "no se ha detectado el uso de armamento nuevo o más sofisticado" por parte de estos grupos, si bien "sus operaciones en algunos lugares [entre ellos, Damasco, Homs, Hama, Idlib y Alepo) mejoran en eficacia y organización".
En otro orden de cosas, el mediador internacional en nombre de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan, ha convocado una reunión de alto nivel para el sábado en Ginebra. El portavoz de Annan, Jean-Marie Guehenno, ha dicho que este esfuerzo diplomático no puede ser indefinido. "El tiempo se está agotando. Siria se está hundiendo en una espiral de violencia cada vez más profunda y destructiva", ha afirmado el portavoz. Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad acudirán a esta cita, a la que Annan, según algunas informaciones, deseaba invitar también a Irán, el país que más respalda al régimen de Bachar el Asad. Finalmente, el mediador ha invitado a Turquía, Irak, Kuwait, Catar y la Unión Europea. Irán no estará presente.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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