La historia de una niña que Dios amo desde que su madre la concibió

New York, Por, Lissette Garcia,

Hace muchos años, quizás no tantos, pero en una ciudad de la República Dominicana, para ser exactos en Santo Domingo, la capital de este país tropical, una señora de 34 años de edad, daba a luz una niña, la cual sería la más pequeña de 6 hijos procreados en su matrimonio, la clínica o centro médico donde esta niña nació, tenía por nombre “Clínica Internacional”, ubicada en la Av. México, en pleno centro de la ciudad de Santo Domingo, muy cerca del palacio gubernamental, como también del palacio de la policía nacional.

La niña nació prematura, pesando 6 libras un dos de octubre, a las 12 del medio dia, para esta niña este sería el inicio de muchos acontecimientos en los cuales su vida siempre se vería en peligro, pues no bien nació, después al poco tiempo y bajo tiros y el sonido aéreo de aviones que amenazaban con el solo rugir de sus motores, sus padres desesperados, se verían en la necesidad de salir con la bebe prendida en fiebre y casi convulsionando, desde una locación sumamente peligrosa, pues los tiros se escuchaban uno tras otro, de una manera amenazante, corriendo con esta en brazos, pues no había un carro disponible, el país estaba en plena guerra.

Los padres logran salir y casi pidiendo misericordia y enseñando a su hija cada vez que les interceptaban, pues también para acabar de arreglar la situación, estaban bajo toque de queda, cada vez que veían la bebe, los que trataban de pararlos, entendían que debían de dejarlos seguir, pues al fin y al cabo no creían que esta niña llegaría viva, pues su aspecto era tétrico y sus padres solo contaban con sus deseos de llegar al lugar más cercano, donde se le pudiera dar asistencia clínica, solían contar que había momentos en que creyeron que nunca llegarían, pues caminando desde un punto bastante lejano, fue una odisea el poder llegar caminando hasta la clínica “Las Mercedes”, del Dr. Almanzar en la Av. Mella.

Al llegar a la clínica, el Dr.Almanzar diagnostica que la bebe tenía una infección intestinal, en una etapa ya muy avanzada, por lo que no garantizaba la vida de la misma, durante 7 días, el Dr. Pelio con todos sus conocimientos para tratar de salvar la vida de aquella hermosa niña, pues el médico se sintió completamente hipnotizado por aquella niña, pues él no tenía hijos, su esposa era estéril y el también tenía problemas, por lo que hizo hasta lo imposible por salvar la vida de la niña y lo logro, pero en esa lucha también hubo un gran problema, el Dr. al darse cuenta de que la familia tenía 5 niños más se le acerco a la madre y le pidió que por favor le regalara a aquella bebe, pues al él y su esposa no poder tener hijos y ella ya tenía 5, con una situación muy difícil, en una época sumamente difícil, le hacia la promesa de que a aquella niña no le faltaría absolutamente nada. La madre le contestaba, Dr. la de regalar todavía no ha nacido, de esta manera el Dr. Almanzar continuo siendo el médico de cabecera de aquella niña, y con el tiempo aquel bondadoso y amoroso Dr. adoptaría a un niño.

Uno de los hermanos de la madre más tarde le pondría a la niña el sobre nombre de Baquiné, para que tengan una idea del significado de aquel sobre nombre, es el nombre con el cual en el país vecino Haití, le llaman al velatorio de niños, pues esta niña no paraba de enfermarse. Pasaron los años y una tarde gris de un 30 de octubre, llega una noticia a la casa ya no de la niña, sino más bien de la jovencita, pues ya tenía 12 años acabados de cumplir, pero sobre todo el dia anterior había sido el cumpleaños de su querida madre, la noticia era que uno de sus primos residentes en los Estados Unidos había muerto víctima de un derrame cerebral. La noticia causo tal impacto en la joven, que como toda una niña malcriada, por sus padres que debido a que esta siempre enfermaba, le concedían todo lo que pidiera.

Acto seguido fue el berrinche del año, pues demandaba que quería ir a la funeraria, el padre de la joven estaba completamente renuente a llevarla, pero ella confiada y manipuladora con su padre lo convenció y no solo a él, también su hermano caería en el mandato de aquella joven manipuladora, a la cual Dios tenía que ponerle un paro, pues cada vez era más engreída y consideraba que todo lo merecía, no importa cómo, ni cuando, pero lo que quisiera, fuere lo que fuere, tenía que obtenerlo a cualquier precio. Lo que no imaginaba es que si había un precio y que ese precio ya estaba muy cercano, y que nadie podría evitar lo que abría de venir.

Cuando van saliendo el teléfono de la casa suena y su madre contesta, ahhhhh, Minerva, sobrina de su esposo acababa de dar a luz, en el centro médico UCE, bueno que problema, en fin llegan a un acuerdo, el padre iría con los dos jóvenes a la funeraria y la madre a la clínica a ver a su sobrina política, pero se juntarían mas tarde en la funeraria y regresarían juntos a casa. Dice un proverbio muy conocido, “Que el hombre pone y Dios dispone”, este sería el dia que marcaria la vida de aquella joven y de toda una familia, cuando salen el padre les dice a los dos jóvenes espérenme aquí, voy a buscar el carro y los deja, en unos minutos la joven ve venir a lo lejos un camión de los que cargan agua en nuestros países, pero la joven ve el camión aproximadamente a una distancia de 3 o 4 kilómetros, dentro de ella siente un escalofrió y piensa, “Ese Camión Me Va a Dar”, acto seguido mira alrededor y nota que hay mucha gente, por lo que no sería ella sola quien sufrirá, no es egoísta esta chica, pero es que Dios trabaja en orden divino, esto era un mal necesario.

Cuando el camión se acerca a una velocidad no recomendada, pues venia con el tanque a medio llenar y en ese momento cruzaría una intersección muy concurrida, por lo que tenía el deber de venir a una velocidad mínima, hay en ese preciso momento, sale de la nada una camioneta y cruza, el camión ya está ahí, pero no quiere chocar a la camioneta, en la confusión el conductor olvida que no puede frenar de golpe, pues era peor el remedio que la enfermedad, freno de golpe, “Bravooooo”, evadió la camioneta, pero a cuesta de volcarse y atropellar a dos jóvenes una joven de 12 y un joven de 14, la joven siente en todo el cuerpo como si una descarga eléctrica sacudiera su cuerpo y de repente ve a su alrededor y nota que solo han sido ella y su hermano los únicos afectados, sorprendida, pues no perdió el conocimiento, ve su padre llegar y gritar como un león rugiente “Me han matado a mis hijos”, acto seguido toma un tubo y se abalanza sobre el chofer del camión, pero, la joven reacciona y le llama para calmarlo, aunque en sus adentros jamás pasaba por la cabeza de la chica que sus palabras serian proféticas, grita, “No papa, déjelo no fue su culpa, venga levánteme que me estoy muriendo”, el padre se voltea y entre la muchedumbre ya acumulada y el intentan poner de pie a la joven, en ese momento a la joven se le ocurre mirar a su hermano y es cuando se da cuenta de la magnitud de la situación.

El joven se levanta del pavimento y con la mano izquierda se agarra el brazo derecho, la sangre le salía como sale el agua de las pompas en un verano caluroso de la ciudad de New York, en ese momento la joven balbucea, “Me Mataron A Mi Hermano”; es cuando por fracción de segundos pierde el conocimiento, pues el intento de pararla de su padre y el hecho de ver a su hermano bañado en sangre le afectaron más que el golpe recibido por el camión, lo siguiente fue el verse en una ambulancia, junto a su padre, hermano y el chofer del camión, el padre iba amenazando al pobre chofer, quien había perdido 4 dedos en el accidente, decía aquel padre desesperado, “Si un hijo mío se muere yo te voy a buscar y te voy a matar”, pero el destino están cruel y curioso, que aquel humilde chofer conocía al desesperado padre, pues en tiempos anteriores había trabajado para él.

Aquel chofer le decía con todo el dolor de su alma, pues se podía percibir, “AY García, como tú crees que yo querría hacerle un daño a tus hijos”, pero el padre no entraba en razones, mientras esto acontecía, la madre de aquellos jóvenes va de salida y cuando está poniendo el último de los seguros a la puerta de su casa, llega corriendo el hablador del barrio, porque esto nunca falta y sin más para allá, ni para acá, le dicen hay corre que tus hijos tuvieron un accidente, el varón está mal lleva un brazo roto, pero la hembra, no creo que llegue con vida. Se imaginan esta noticia así de sopetón, la señora solo pregunto a donde los llevaron y le contestaron para la Alcántara y González, ella volteo y se dirigió a donde le habían dicho, pero andaría la ciudad completa pues donde quiera que llegaban, nadie quería tirarse la responsabilidad de esa muerta, porque para todos la joven no tenía ninguna probabilidad de vida.

Hasta que al final los envían al hospital que en aquel entonces corrían las monjas y que además todo medico que en verdad quería tener experiencia, tenía que pasar por este hospital, “El Darío Contreras”,
Cuando llegan a este hospital, al abrir la puerta de la ambulancia la primera cara que esta joven puede reconocer es el de su querida madre, pero ve que su madre está a punto de llorar y le dice , ”No llore que yo no me voy a morir”, la madre inmediatamente cambia y trata afligidamente de hacerle creer a la joven que sí, que en realidad ella también estaba convencida de que su hija no iba a morir, pero como es costumbre en nuestros países y el sistema burocrático, en la sala de emergencia estuvieron alrededor de 3 o 4 horas sin siquiera mirarlos, ya los ánimos de aquella jovencita iban en descenso, hasta que de repente se abre la puerta de la sala y entra una muchacha gritando desesperada, por ver a sus dos hermanitos y cuando mira a la más pequeña esta le dice, “Ves hermana me dijiste ojala te mueras y ves como me voy a morir”, aquella muchacha salió gritando como loca y salió a mover cielo y tierra, para que sus hermanos no murieran, se dirigió al entonces policlínico naco y busco al Dr. Emil D’guari, quien dirigiéndose al centro hospitalario reunió en fracciones de segundo los mejores médicos que ha podido dar la República Dominicana, pues para esa época hacían el juramento de Hipócrates, ahora hacen el de hipócritas.

A la cabecera el hoy extinto Dr. Ney Arias, Hasbum, Espinal, hermano de Fulgencio espinal, Richard Domino, Marte Duran, Dr. Martínez, Malek, Tabaré, que en paz descanse, Dr. José Francisco Pérez Fructuoso, uno de los médicos que siempre hizo honor a su profesión hoy dia la sala de cirugía del hospital en honor al hombre más noble que jamás abra quien pueda alguien superar la nobleza de aquel medico, quien atendía a todo mundo en su consultorio privado, tuvieran o no tuvieran dinero y los pacientes sabiendo que era su modo de vivir, trataban de pagarle hasta con pollos y gallinas, el Dr. García Lorenzo, Dr. Lambertus, Dr. Santiler. Toda esta constelación de estrellas de la medicina reunida en conferencia, mientras afuera se conglomeraba una multitud, pues se olvido el velatorio y toda aquella familia se congrego en las aéreas privadas y públicas de aquel hospital y pobre de aquel que osara decirle a alguno que debía irse.

Mientras tanto la joven iba tomando conciencia de que algo en realidad estaba fallando, pues empezaron los dolores a un nivel tal que no podía siquiera respirar, pero la mayor preocupación de esta joven era ver que su hermano en una cama en frente a la de ella se retorcía, mientras le inyectaban algo que ella no sabía que seria, al mismo tiempo le preguntaba a una de las enfermeras que le están haciendo a mi hermano, porque esta gritando así, la enfermera miraba a la chica y le decía y tu no sientes nada a lo que ella contestaba “NO”, se trataba de penicilina, la joven perdía cada vez más las fuerzas que le acompañaran en un principio, no tenía una gota de sangre en las venas pues la había perdido absolutamente toda, los médicos desesperados no sabían por donde estaba ocurriendo el escape sanguíneo, pues quien la veía no podía entender, no se le veía un rasguño, es cuando la envían a hacerle unos rayos X, uno de sus hermanos mayores esta a su lado y cuando la van a mover de la camilla a la máquina de rayos X , se toca y siente un hueco y le dice al radiólogo, como niña que acaba de descubrir a América, ”Ay yo tengo un hoyo, por decir una herida”, el radiólogo la manda a que se calle.

El hermano mayor en su desesperación y frustración de ver que se estaba perdiendo la vida de su hermana menor, se enfrasca en una discusión hasta que llega el Dr. José Francisco Pérez Fructuoso y pregunta que está pasando, el hermano le dice que acaba de descubrir la joven que tiene un hueco en un lugar no visible y que el radiólogo no quiere hacerle caso a su hermana, el Dr. le pregunta a la jovencita y con toda la inocencia se lleva la mano a su parte más intima, ahí es cuando en realidad, ponen el grito al cielo, pues un hierro del camión había penetrado a la joven por su parte intima y al camión removerse, también lo hizo por dentro destrozando internamente los intestinos y todo a su paso. Ya la joven empieza a sentir que se está yendo, ya casi no escucha nada y pide a los médicos que por favor dejen pasar a su madre, pues quería despedirse de ella, ya sentía la muerte por completo arroparla.

Los médicos deciden dejarla entrar y a la vez a ponerle transfusiones sanguíneas a presión, pues no tenia absolutamente nada de sangre la había perdido toda, su madre entra y ve a su hija se acerca y va a acariciar a su niña, pero al tocarla no puede evitar soltar la mano de esta de golpe, pues cuenta que un tempano de hielo tenía más calor que la joven y su piel estaba más transparente que el cristal, la joven en ese momento entro en un coma, pero nunca dejo de escuchar hablar de la chica de la cama numero 2, hablaban delante de ella como si nada, total estaba en coma, la habían operado, pero no tenía ninguna probabilidades de vida, así que no importaba hablar, “ESTABA EN COMA”, pero un dia aquella joven abrió los ojos y estaba buscando la chica de la cama 2, pues había escuchado por largo tiempo lo mal que estaba y quería decirle algunas palabras de aliento, entonces es cuando en su afán de búsqueda con la mirada, pues no podía moverse, voltea la cabeza y ve que la cama 2 es la de ella.

Fracturas múltiples de pelvis, para ser exactos se le había fracturado en 6 partes de cada lado, la pierna derecha no cabía en la cama y todo el tiempo las 24 horas tenía que tener a alguien moviéndole la pierna, su familia se turnaban para que ella siempre pudiera tener esa movilidad en la pierna, pues el dolor no tenia comparación cuando dejaban de moverla, una colostomía, la cual fue removida 45 días después, ese dia en que le removieron la colostomía, precisamente en sala de cirugía no se percataron de que la transfusión de sangre que le estaban practicando no era el tipo de sangre de la paciente, por consecuencia al llegar a la habitación después de la cirugía, como nunca le falto un medico en su cabecera, ese dia le tocaba al Dr. Santiler y la chica le decía “Mama tengo frio”, la madre la arropaba, volvía, “Mama tengo frio”, hasta que el médico al ver la convulsión reacciono e inmediatamente fue de vuelta a sala de cirugía esta vez ya sí que dijeron se nos fue, pero como dice el encabezado Dios la amo desde el vientre de su madre.

Salió con bien de este trance, pero habría de llegar el médico más odiado por aquella joven a decirle a raja tabla, tu no volverás a caminar y mucho menos tener hijos, se imaginan aquel boletín tan halagador, la joven rebelde lo miro lo mando a donde cualquiera mandaría a alguien que se atreva a tener tan poco sentido de humanidad y le dijo gritando a todo pulmón, ”Quien es usted?, Dios?, Pues yo si voy a caminar y voy a tener hijos. Saben que si camino y tuvo hijos, esa joven después de 6 meses de no asegurarle la vida salió y comenzó a gatear como los bebes y cada vez que lo intentaba el dolor era desgarrador, pero camino y salió adelante, esa joven de quien les he estado hablando, esa joven soy yo.

Lissette Garcia
RosasSinEspinas